segunda-feira, 31 de maio de 2010

El movimiento de la liberación interior, la revolución interior

Algunas veces, he pensado que podría ser interesante escribir algo sobre el movimiento de la liberación interior, o sobre la revolución interior, que no son lo mismo, pero se parecen, están inter-relacionados estrecha y profundamente. En ambos casos, se trata de un movimiento que la persona emprende en dirección a si misma. Un camino que ella decide emprender para saber quién ella es. Debo decir --abriendo aquí un paréntesis-- que estas disquisiciones no tienen otro objetivo que el de clarear mi propia trayectoria de vida y, en algún sentido, el vasto esfuerzo de la humanidad como tal, desde las profundidades del origen de su caminar en busca de sí misma.

Aquí no hay doctrinas ni organizaciones, tampoco fronteras ideológicas o cualquier otro tipo de afán privatista o exclusivista. Podemos decir, como forma de comenzar este diálogo, (porque es de esto que se trata, de una conversación y no de un discurso, no hay pretensión de exhibir conocimiento o convencer) que entendemos como movimiento de liberación interior o revolución interior –aún tratando ambos en conjunto, casi como sinónimos, que no lo son—todo lo que el alma hace para verse libre de lo que la traba, lo que la aliena, do que la confunde y engaña.

En este sentido, podemos decir que la terapia comunitaria es un movimiento de liberación interior, que el pensamiento de Karl Marx inspira movimientos de liberación interior, el pensamiento de Paulo Freire, las ideas y la práctica de Jesús, etc. Todo lo que traiga a la persona de vuelta a si misma, todo lo que disuelva las ilusiones o mentiras, los engaños o prejuicios, son movimientos de liberación interior. La meditación la oración, el arte, el estudio de las religiones y su práctica, el compartir, la expansión de la conciencia a través del trabajo individual y colectivo, de las acciones solidarias o solitarias, son también expresiones o formas de realización de la liberación interior. Deve estar claro, a esta altura, que no hay –como dijimos— recetas o dogmas.

De la revolución interior podemos decir que sea el proceso de retorno del alma a si misma, producido por una recordación o reintegro de ella a la matriz divina esencial que subyace a toda manifestación, a todo lo que existe. Talvez podamos decir que esta revolución, que resulta de la liberación interior, es el fin del camino humano, es la conclusión del caminar.

Algunos, como San Francisco de Asís o Gandhi y el mismo Jesús, se hicieron ejemplos de esa posibilidad que está abierta a toda persona humana por el mero hecho de existir. Los Beatles, John Lennon y George Harrison en particular, pero el conjunto como un todo, funcionaron –y funcionan todavía-- como promotores de la liberación interior y colectiva por el amor expansivo, el amor sin fronteras, la fraternidad universal, la comunión con todo lo que existe.

No hay conclusiones para este dialogo inicial, solamente la expectativa de que podamos acordarnos, de que podamos acordarnos de nosotros mismos.

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