segunda-feira, 19 de dezembro de 2022

La poesía. Los colores. El sentir.

Cuando no tengo nada que hacer, me pongo a escribir. Esto me da seguridad. Identidad. Pertenecimiento. Rehago mis caminos. Resignifico mi historia. Esto ya lo he dicho otras veces, y lo sigo diciendo. A fuerza de escribir sobre lo que va sucediendo, sobre lo que voy viendo y viviendo, se va abriendo un panorama. Amplío mis horizontes. Contacto otras personas, que a veces me traen devoluciones preciosas. Esto justifica este quehacer. Veo que esto es lo que más me junta. Y la unión se da adentro mío y a mi alrededor. Me voy cosiendo con el tiempo y con el mundo. Lo que voy aprendiendo se consolida y refuerza. También se modifica. Algunas cosas permanecen y se profundizan. La poesía. Los colores. El sentir. La poesía es lo que casi no cambia. Es lo que forma el mundo. Los colores son sensaciones, sentimientos, y comprensión. Por el hecho de que voy experimentando estos caminos, en busca de una vida unificada, feliz, amorosa y plena, me voy sintiendo cada vez mejor. Se van de mí algunos sentimientos dañinos. Voy respirando mejor. Andando mejor por el mundo. Disfrutando más del estar vivo.  

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