Hay unos momentos en que uno necesita venir a la hoja. Un lugar
donde te puedas sentir bien. El lugar al que perteneces. Lejos de presiones por
desempeño, o exigencias de cualquier tipo. Solamente estar aquí para sentirme
bien. Esta tarde en un cierto momento me sentí agobiado por preocupaciones
tontas. Entonces me vine a la página. No tenía un cuaderno a mano, pero ví la
hoja. En ella estaba escrito: está todo bien. Me quedé mirando las palabras.
Está todo bien. Estaba escrito a mano. Está todo bien. Me tranquilicé. Después
vine al cuaderno y escribí otras cosas. Dejé venir lo que iba llegando. Esto me
tranqulizó también. Me dí cuenta de que cuando estoy mal, por lo que sea, puedo
venir a la página que todo estará siempre bien. Aquí no hay conflictos. No hay
disputas. No hay muerte ni violencia ni amenazas de muerte ni de ningún otro tipo.
No hay nada malo. Sólo unidad y paz. Puedo venir a la hoja siempre que lo necesite.
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