segunda-feira, 6 de agosto de 2018

Rehaciendo


Empieza la semana y trato de empezar yo también. Por más que parezca que todo está tan lejos. La libertad inalcanzable. La justicia. Todo puede cambiar en un instante. No sé por dónde empezar. Pero en el intento ya viene alguna luz. Me maravilla estar aquí. Todavía por aquí. Así como estoy. De maneras que muchas veces son un desafío para mí mismo. Menos mal que te tengo a mi lado, María. Así me entiendo mejor. Me conozco mejor. Vivo más feliz. Por más que las tinieblas parezcan cerrarse alrededor, hay una posibilidad. Una puerta estrecha por donde trato de pasar. ¿Qué puedo hacer para ver la luz interior? Miro a mi alrededor. Veo la gente amiga y querida. Esta familia mía que me integra. El tiempo pasado del que arduamente trato de brotar. La luz va llegando. Ya viene el sol. Serán otros tantos pasos que daré hasta volver aquí. Mendoza me espera. Siempre estuvo allí. Está donde yo estoy. Nunca dejé mi tierra natal. Solamente me aparté un poco. Pero estoy siempre por ahí. Nunca podría dejar tus veredas, tus montañas. Son como yo. Junto letras. Junto palabras. Y así me voy juntando. Hojas se juntan, se dispersan. Así me junto y me disperso. Creo un espacio alrededor mío. Los libros que leo y lo que escribo. El mundo que hago al leer escribir. No me falta nada si me tengo.

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