domingo, 29 de setembro de 2013

Pintando

Esta mañana pinté un cuadro de un álamo con un sol al fondo. Pintar me alegra mucho, más de lo que me acordaba. Me vino una alegría bárbara mientras iba y venía buscando y llevando los materiales para pintar a la mesa de la sala. Allí, la tela blanca, los tubos de colores. El amarillo llegando. El amarillo es más que un color, es un lugar. Estuve en ese lugar, allí me aquieto. Después el verde, los verdes del álamo subiendo al cielo, ondulando. Y el sol, enorme, abrazando el árbol. El verde del pasto extendiéndose hacia los lados y abajo. Hasta aquí, poco fue dicho de nuevo, salvo lo de que el amarillo es un lugar. Los colores son lugares. El rojo, el verde, el marrón, son lugares. Mientras pintaba, escuché el canto de un pájaro en el balcón, donde hay una planta florecida. El pajarito cantaba y mi esposa vino a escuchar ese canto, y se alegró. Pintar me limpia el alma, me lleva a otros tiempos, tempos de niñez y de juventud. Esos tiempos están vivos en los colores, en las formas que se forman en la tela o en las hojas. Recuerdo a mi madre, a mis abuelas y abuelos, a mi padre y mis hermanos, mis tíos, mis amigos y amigas. La vida se reúne cuando pinto. Y aquello que me anduvo doliendo en el alma estos días, sigue siendo como un río que anda por dentro, que irriga este árbol que sube al cielo, que sube al sol.

sábado, 21 de setembro de 2013

Pertencimento

Voltavas do VII Congresso Brasileiro de Terapia Comunitária Integrativa. Carapibus, Conde, Paraíba. Um congresso diferente. Voltavas pleno, saciado interiormente. A tua história no lugar onde estás, o teu ser o ser que é. Tantos rostos, expressões, olhares, conversas, cantos, danças, rodas de terapia comunitária. Vias os corredores do hotel, a piscina, o mar verde no horizonte. As idas e vindas ao restaurante. Os cômicos. As comidas. As palavras. E esta tentativa de juntar o que foram estes dias. Ainda continuarão voltando. Sabes que continuarão a vir. Uma paz profunda nos invade quando somos o ser que somos, quando estamos no lugar que é nosso, que nunca poderia deixar de nos pertencer.

sábado, 7 de setembro de 2013

La vida como producción poético-literaria

La literatura y la poesía ofrecen la posibilidad de que la persona recupere su dimensión colectiva, su dimensión social, comunal, comunitaria. En las narrativas literarias, podemos redescubrirnos en aspectos de nuestro ser que escapan a la atención cotidiana, frecuentemente obstruída por el objetivismo dominante en la cultura occidental. Vemos el mundo externo y el interno, de maneras nuevas, renovadas. Nuestra conciencia infantil, ese estado perceptivo puro con el que todo ser humano comienza su vida, y en el cual reside el potencial activable de la unidad con Dios, de la comunión con todo lo que existe, puede ser reencontardo en la literatura y en la poesía. El encuentro con los textos literarios y poéticos oferece esta posibilidad. En la medida en que en ellos existe lo que es gratuito, lo que viene pasando de generación en generación, desde distintas culturas y países, la persona puede irse redescubriendo más allá de los prejuicios, más allá de las ideologías, de las diferencias de clase, y, sobre todo, más allá de la fragmentación que el capitalismo impone –o trata de imponer-- en el interior de la persona, bien como en su universo relacional. Obviamente que aquí nos referimos tanto a las dimensiones activa como pasiva del ejercicio poético-literario. Es decir, tanto el sumergirse en estos mundos como lectores y lectoras, bien como en la creación de mundos desde la producción de textos. La vida como producción poético-literaria.