De pronto me ponía a escribir, y, al
hacerlo, era como si algo se fuera desprendiendo de lo que aquí
está. Pero eso que se iba soltando de a poco de lo que aquí está,
lejos de substraerse a lo que está aquí, es como si se le agregara.
Disculpen la imprecisión casi titubeante de estas frases, pero es
que estoy tratando de expresar algo que por primera vez se me está
presentando. Es como si el escribir trajera el presente más aquí.
Como si además del aquí y ahora, hubiera también un más aquí.
Más ahora. Los pájaros cantan, y cuando escribo sobre los pájaros
y su canto, es como si ellos estuvieran más aquí. Más ahora. Un
presente más radical se hace presente cuando escribo. Se hace más
evidente.
O sonho de todo escritor, mesmo menino, ou, sobre tudo, menino, é o de escrever. Escrever num jornal. Ter seu próprio jornal. Engatinhando ainda nas ferramentas e no layout dste blog, aqui está a minha tentativa.
segunda-feira, 30 de junho de 2014
sábado, 28 de junho de 2014
Juntando hojas
Junto hojas aún cuando
no las esté juntando. Ellas van trayéndome de vuelta preciosos
hilos de oro, juntados a lo largo del tiempo. Son las vivencias en
las que voy compartiendo lo que me va tocando experimentar en esta
vida. Las cosas que veo, lo que siento. Y en todo este juntar lo que
voy pasando al papel, me voy también pasando al papel, o, mejor
dicho, voy trayéndome de vuelta.
sexta-feira, 27 de junho de 2014
Transformación
Esta mañana, mientras estaba en la
clase de pilates, me acordé de una figura detestable que vi en el
diario hace unos días. Un personaje obsceno de la política nacional
argentina, que en la noticia era llamado de Presidente. No lo fue,
nunca hubo un presidente con ese nombre. Hubo un dictador, un traidor
y genocida. Un ladrón. Pero el punto adonde quiero llegar no es la
figura abyecta del personaje en cuestión. A lo que me quiero
referir, es a algo que esa figura y esa evocación me trajeron. El
pasado es la mierda de donde nace el árbol. Esto me vino a la mente
mientras seguía haciendo pilates y recordando el rostro anómalo del
genocida. ¿Qué es lo que ese pasado me dejó como lección? No son
lecciones que vengan fácilmente en palabras o frases. Algo, sin
embargo, comenzó a mostrarse claramente. Aquella obscuridad y la
claridad de hoy, están en estrecha relación. De esa mierda que me
tocó vivir, que nos tocó vivir en mi familia y en mi país, en mi
pueblo y nación, algo nació: una vida nueva. El autoritarismo, el
desprecio a la vida, la mentira y el terrorismo como sistema, están
presentes en personas que andan por ahí hoy, en los días actuales.
Aquello que todo mi ser repudia, y que con certeza todas las personas
decentes y de bien repelen, está presente como posibilidad en cada
uno, en cada una de nosotros y nosotras. ¿Hasta qué punto somos
capaces de cuidar de la vida con ternura? ¿Hasta qué punto somos
capaces de ver en nuestra vida actual, la suma de esfuerzos de
nuestros padres, de las personas que amamos, de nosotros mismos, de
mucha gente alrededor? Hoy siento un profundo rechazo por personas
con rasgos autoritarios, personas invasoras, abusivas. ¿Hasta qué
punto ese rechazo no es el fruto de muchos años de convivencia con
un sistema represivo? ¿En qué medida puedo ir fluyendo mejor,
fluyendo de manera más flexible, en el río de la vida, de manera
más integrada y comprensiva?
quinta-feira, 26 de junho de 2014
Construyendo
Las palabras no solamente designan y
nombran. También construyen. Esto es muy importante de tener en
cuenta. Una palabra dicha no vuelve. Si lastimó, si hirió, no se
deshace el daño o la herida. Pero se puede construir algo diferente
con lo que queda, con lo que quedó. Para esto es necesaria la
comprensión. Darse cuenta de qué fue lo que ocurrió para que la
palabra nos hiciera daño. Sólo así se puede comprender, y
comprendiendo, perdonar. Podemos tener una noción más clara acerca
de lo que la palabra hace en cuanto construcción, si nos sumergimos
por un instante, en el universo linguistico de las personas que
amamos. ¿Qué son esas palabras --dichas o no dichas -- qué son
esos sentimientos y sensaciones, eso que registramos de manera tan
positiva e inequívoca en nuestro interior, que emana de las personas
que amamos, aquellas con las que existen vínculos positivos? No
siempre lo que registramos en estos contactos, se puede poner en
palabras propiamente dichas, pero su sentido y su sentimiento
respectivo son indudables. Sumergirnos en el lado interior del
lenguaje, de lo que decimos y de lo que oímos de lo que nos viene
del universo exterior, es una manera de ir haciéndonos cada vez más
dueños de nosotros mismos. Y también podemos ir teniendo una
sensación clara del tesoro interior que anida en nuestro pecho,
formado por tantas palabras que recibimos y emitimos a lo largo de la
vida, que nos vienen como una sensación de pertenencia y acogimiento
cuando necesitamos saber –y esto es siempre-- quiénes somos y
adonde estamos. El piso interior de nuestra vida está compuesto de
todas estas palabras dichas o no dichas. Esta sensación interior de
plenitud es como que la base de una convivencia más transparente,
pues de ella nacen relaciones más claras, oriundas de un contacto más íntimo con nosotros mismos.
quarta-feira, 25 de junho de 2014
Equilibrando
¿Qué haría, que podría
verdaderamente llegar a hacer ahora, sino esto mismo que estoy
haciendo? Si escribiendo la vida se va equilibrando, el lado de allá
y el lado de acá. Aquelllo tan vasto y distante, y esto aquí ahora,
aparentemente tan minúsculo e insignificante y, sin embargo, el
punto real donde la vida ocurre. Todo se equilibra en este ir pasando
la vida al papel. La vida en limpio. La vida solo ocurre
verdaderamente aquí y ahora, al escribir. Mientras las letras se van
juntando unas a las otras formando palabras.
sexta-feira, 20 de junho de 2014
El silencio y la palabra
quarta-feira, 11 de junho de 2014
Ubicación
Muchas veces me pasa, como ahora, que me pongo a escribir para ver si encuentro mi lugar. Me pongo a escribir a ver si encuentro mi lugar. Esta mañana estaba pasando en frente de la farmacia Reconquista, volviendo de la clase de pilates, y tuve la nítida sensación de que en un cierto momento del día, uno ocupa su lugar. Es como si hubiera un lugar para uno, y en determinada oportunidad, nos deslizamos hacia ese lugar que es nuestro, y lo ocupamos. Esto a mí me pasa sobre todo cuando escribo, cuando ocupo mi lugar en la hoja. La hoja puede ser o es esta hoja, la hoja en la que estoy escribiendo, o puede ser una vereda, como esta mañana, o algún otro lugar, como me ha pasado otras veces.
sábado, 7 de junho de 2014
Otoño
Cierro los ojos y veo hojas de otoño, pilas de hojas de otoño envolviéndome por todas partes. Como si no solamente las veredas de Mendoza, los caminos del aprque y del rosedal y las plazas, sino todo el mundo alrededor fuera un otoño de hojas.
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