sábado, 20 de março de 2010

Un día marzo

Un día sería marzo, solamente marzo. El mes del comienzo de las clases, o su recomienzo. El mes de la vendimia, y nada más. No el mes del oprobio y la traición, de la antipatria, y la aberración, del cinismo. De la mentira y de la fuerza bruta, del engaño y la falsedad. De lo que no es humano ni tiene perdón. De lo que aún espera el juicio y el castigo a los culpables. Aún es, para quienes pudimos sobrevivir, el mes en que evocamos una Argentina que insiste, resiste, persiste. Una Argentina destinada a ser lo que es, lo que nadie podrá nunca evitar: una patria para todos, justa, libre, soberana, igualitaria. Una Argentina socialista de alma, de corazón, de manos dadas. La Argentina que no pudieron matar los asesinos de marzo de 1976. Nuestra Argentina, mi Argentina, tu Argentina, pibe. ¿Qué te parece? Valdrá la pena haber sobrevivido.

sábado, 13 de março de 2010

Días sin comienzo

Hay días que comienzan como queriendo no comenzar. Te levantas y es como si aún estuvieras en la cama. Le dices buen día a alguien y es aún como si no te hubieras dicho a ti que el día ha empezado. Me acuerdo de un chiste en que el sol empezaba el día de varias maneras: una de ellas, como que llegando de a poquito. Hoy el día empezó así, empezó sin empezar. Es como si te hubieras quedado en algún lugar del otro lado. Ya has tomado un mate o lo tomas aún, oyes el ruido de la pala en la calle, recuerdas haber hablado con tu amada y con alguien más, leído ciertas cosas, pensado otras, pero es como si todavía no hubieras llegado a este lado, como si aún el día no hubiera comenzado.