sábado, 27 de fevereiro de 2010

Tu vida

Todo había pasado tan rápido. Recién nacido en tu cunita pobre, cajón de madera. Todos los días pasados. Veías toda tu vida en un solo lugar, en este mismo lugar, aquí donde estás. Como una película, un panel. Todo pasó tan rápido

terça-feira, 23 de fevereiro de 2010

Bom dia

Ese día, como tantos otros, se levantara sin alguna finalidad o propósito determinado. Lo de siempre, esa lenta manera de ir llegando de a poco, de irse dando cuenta muy lentamente de que estaba vivo, de que otro día había comenzado. Entonces, desperezarse, ir encontrando los pensamientos y sentimientos del día anterior y los de ese día. La moto que pasa, los pájaros cantando, el sol iluminando las plantas de la mata enfrente, los primeros e-mails del día Todos somos parte de esa historia, dice uno de ellos, y es así. El cordobazo, el mendozazo. Todo eso y más, mucho más, eres tú que me lees a esta hora del 23 de febrero, un día que empieza con calor y canto de pájaros y aroma de flores de la mata y el vecino que empieza a mover los metales de su taller. Talvez vayas a buscar el libro a la librería. Talvez hagas gimnasia más tarde. Las palabras van abriendo camino, van dejando venir lo que debe venir y te admiras de leer estas cosas que no habías programado escribir. Empieza una nueva vida. Buen día, o, si prefieres, bom dia.

quinta-feira, 18 de fevereiro de 2010

El lugar

Ese sería su escrito definitivo. Su mejor escrito, talvez. O, si prefieren, el escrito al cual estaba destinado. Las palabras ocupaban sus lugares, y en él algo se ubicaba, también, simultáneamente. La relación era directa, sin intermediación. Talvez todo escritor o artista, la persona común un día, todos y todas alguna vez, en una oportunidad inolvidable, sintieran esa sensación de que todo está en su lugar, que todo, aún aquello que te incomoda o te molesta un poco (no hablo de grandes dramas o tribulaciones) está donde debe estar. Pero ya me estoy alejando del foco. Decía que era su escrito definitivo. Su escrito final. El escrito al que estaba destinado. Como si el universo entero fuera una tipografía y tú, que me lees, la letra exacta para el lugar exacto. ¿Ya tuviste esa sensación? Si fuiste niño o niña, lo sabes. Sabes qué es esa sensación que tuviste, que tienes ahora, cuando tu vida no eran expectativas ni miedos, era sólo levantarse a la mañana y vivir, solamente vivir, como ahora, tantos años después, ya viejo, lo mismo, otra vez. Esa sensación de encaje, como digo. Repito. Los viejos repiten, repetimos, y repito. Todo está donde debería estar. Todo tiene su lugar. Un poema nunca es un poema, es una intersección, una integración de poemas y poetas, de frases poéticas y de la poesía. Es una costura continua en que a veces percibes y otras no, pero existe, la unión total de todo y de todas las cosas. Es eso que sientes esta mañana y tantas otras veces, y con certeza otros y otras sienten también en sus vidas, en algún momento, o siempre, no lo sabes. El lugar.

terça-feira, 16 de fevereiro de 2010

Hacer poesía de las piedras

Hay días en que te levantas como hoy, sin ningún propósito o intención determinados. ¿Por qué habrías que tenerlos? ¿No basta estar vivo? ¿No es bastante haberla visto a ella a tu lado y haber respirado juntos? Haber comenzado el día en ese espiarse el uno al otro al borde del sueño, al borde de la vida que comienza, que continúa, que sigue como si nunca fuera a interrumpirse, como si no hubiera nada que la pudiera entrecortar. Toman el café, vas al jardín con ella y esperas que se quede. Talvez siempre soñarías con un día en que ella no se fuera, un día en que ella se quedara en casa. Hablan en la mesa, desayunando. Recordarías para siempre este día. Hacer poesía de las piedras. Eso fue, eso es tu vida. Hacer poesía de las piedras. Vuelves a casa y escribes estas cosas mientras los autos pasan, incesantes. Un poema de Borges, Límites, te recuerda lo humano. Saber lo que se quiere, aunque sea un arduo camino. ¿Lo sabrías un día? Hacer poemas de las piedras. Poemas de las piedras. Hacer poemas de las piedras. Eso fue, eso es, eso será para siempre tu vida. Hacer poema de las piedras. Recordaron los días en que se encontraron. Los días en que se esperaban, distantes, soñándose. Recordabas, recuerdas ahora una canción que cantabas en Ipiranga. Que é que há, ¿te acuerdas? Sabías ya de ella sin saber. De algún modo sabías. Dios, que todo lo sabe y dispone o permite, hizo el camino hasta unirlos, hasta este día de febrero en que estas líneas se escriben y las lees.

segunda-feira, 15 de fevereiro de 2010

Un cosmos en el cosmos

Hay días en que no parece haber nada especial para hacer. Descubrirte amando a tu amada ya es bastante. Sentirte uno con ella. Uno con la vida. Ya es mucho. El día va, y no sabes adónde va. Tanta gente en tantos lugares. Tantos mundos alrededor, y dentro tuyo un querer estar aquí, lo más limpiamente posible. Lo más presente que puedas. Los libros, la televisión, este cuaderno, tus pies, la respiración. Oyes, ves, respiras. ¿No es bastante? Es mucho. Agradeces, de modos más tenues. Tu charla con Dios es otra. Él y tú cambian de contínuo. La vida es este mutar constante. Preparas un trabajo para Venezuela. María en ti. Su voz, su amor. Su presencia. Tus padres, tus hijos, tus amigos y colegas. Seu Chico y Dona Marieta. Leila, Diogo, Bruno. Arturo, Leo, Lucia, Blanca, Emilio. La cadena se extiende como una tela en todas las direcciones, y tú, una gota, un cosmos en el cosmos.

domingo, 14 de fevereiro de 2010

Noción de sí

No sé quién soy, pero amo profundamente al ser en que me transformé.

Domingo

Ese día, se había levantado sin ningún propósito determinado. Ninguna meta interna o externa a alcanzar. Estar aquí, ahora, lo más plenamente posible. Veía a su lado la mujer amada, aún dormida. Fueron a la playa. El sol ardiente los obligó a volver. La lluvia dejara un aroma de tierra mojada. Los transeúntes iban y venían por la calzada al borde del mar. Una manga caída en el camino fue el comienzo del desayuno. La casa del vecino, con sus flores blancas. Un portón abandonado. Las flores en el camino. Tomaron el desayuno. Café con leche con galletas integrales y manteca. Dulce, queso. El día comenzaba. La llevó a su casa. Tantas cosas en tan poco tiempo. Ella iría a casa de sus padres, ya viejitos, a acompañarlos. Te dejarías llevar por el día. Le escribieras a tu hija que vendría a visitarte. Escribirías estas cosas que ahora lees y se quedan en esta hoja.

sexta-feira, 12 de fevereiro de 2010

Esta mañana

Ese día, se había levantado sin ningún propósito determinado. Apenas esa vieja y repetida sensación de sorpresa, de estar vivo. Respirando. El cuerpo pulsa. Por la ventana, el aire entra y me refresca. Los recuerdos, pensamientos viejos, el sueño de anoche. Tú atrás de infinitas puertas que iba abriendo y siempre estabas más allá. El rostro de Amanda. Después regar las plantas, ver la casa vacía y los pasos dibujados en el piso, en el polvo. Los estantes. Las plantas en el jardín. El agua. Tu voz al teléfono. Un e-mail de Omar. La prevención de la drogodependencia. Como que dándote un respiro. Sientes el viento susurrando en los coqueros.

terça-feira, 9 de fevereiro de 2010

Saber

Eu achava que sabia de muitas coisas. Hoje não sei mais de nada ou quase nada. E isto às vezes me entristece, por ter aprendido a valorizar o conhecimento. No entanto, algo me diz que é melhor não saber do que achar que se sabe, quando não se sabe.

Vacaciones

Decidió tomarse unas vacaciones en serio. Dejar de obligarse a esto o aquello, lo de más allá. Simplemente permitirse estar sin hacer nada, sin culparse ni exigirse nada. De pronto, se dio cuenta de que la vida era muy linda, sin peso, algo que iba por sí mismo.