sexta-feira, 12 de fevereiro de 2010

Esta mañana

Ese día, se había levantado sin ningún propósito determinado. Apenas esa vieja y repetida sensación de sorpresa, de estar vivo. Respirando. El cuerpo pulsa. Por la ventana, el aire entra y me refresca. Los recuerdos, pensamientos viejos, el sueño de anoche. Tú atrás de infinitas puertas que iba abriendo y siempre estabas más allá. El rostro de Amanda. Después regar las plantas, ver la casa vacía y los pasos dibujados en el piso, en el polvo. Los estantes. Las plantas en el jardín. El agua. Tu voz al teléfono. Un e-mail de Omar. La prevención de la drogodependencia. Como que dándote un respiro. Sientes el viento susurrando en los coqueros.

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