terça-feira, 28 de maio de 2013

Há outros lugares, outros mundos

Às vezes uma preocupação, o medo, uma angústia, podem estar a te visitar. No entanto, existem outros mundos onde podes te refugiar, te refazer, te reabastecer de uma paz profunda, de uma quietude imorredoura, de um consolo infinito. São esses outros mundos aos quais tens ido te tornando acessível, onde tens aprendido a morar. Os mundos da poesia e da literatura, das cores, da arte, da oração, dos sonhos construtivos

segunda-feira, 20 de maio de 2013

Mario Vagas Llosa

Acabo de assistir à entrevista concedida por Mario Vargas Llosa ao programa Roda Viva, da TV Cultura, em maio de 2013. Uma verdadeira lição, ou muitas lições, de muitas coisas. De literatura, obviamente, onde o escritor descreve tanto o processo criativo de várias das suas obras, como opina sobre escritores como Borges e Cortázar, García Márquez, etc. Mas também lições que talvez não possam ser transcritas ao papel, porque ficam no terreno do imponderável, das sugestões que a presença de alguém pode nos deixar, sem que necessariamente seja possível trazê-las para o mundo da palavra.


Com tudo, algo pode e até deve ser dito. Lições de esperança. A literatura como um antídoto eficaz contra todos os ideologismos –inclusive os dele próprio--, contra a barbarização da cultura, o seu empobrecimento, a sua banalização. Um corte com chavões sobre a sociedade e a humanidade, que certo militantismo pobre e empobrecedor continua a espalhar, cego sobre sua própria cegueira. Escutar Vargas Llosa é uma viagem enriquecedora.


Uma viagem por algo que agora começa a chegar, que é o que pode nos tornar mais humanos aos humanos: a nossa capacidade de nos entregarmos com tudo a algo, a alguma coisa, a uma causa, a algo pelo qual para nós valha a pena viver ou morrer. Pode ser a literatura, a política, o estético, o cultivo do belo, do erotismo, o que for. Uma razão vital. Vargas Llosa transpira e transmite enamoramento pela vida. A literatura como extinção das fronteiras, como universalização da humanidade e da cultura, mais além dos nacionalismos. E, temos que dizer, também mais além de qualquer sectarismo, qualquer pretensão de apropriação privada da verdade ou da realidade.

domingo, 19 de maio de 2013

Como uma onda no mar

Una tarde así, te pondrías a escribir algunas cosas. Algunos recuerdos del día vivido. Del ayer encontrándose con el hoy como una pururuca. Esto ocurrió esta mañana. Es como si el día anterior fuera llegando al día de hoy, y en ese encuentro, propiamente, nace el nuevo día. En ese encuentro de aguas, que viste esta mañana, supiste que el día empieza allí, en ese justo momento de junção de aguas. Y después el día ir yendo, como ahora, un poco de ayer, un poco de hoy, como las olas del mar. Como uma onda do mar, como dice la canción. Tanto ayer y tanto hoy. Aguas negras y aguas blancas, transparentes, translúcidas, claras. Recuerdas la luz del día entrando en el cuarto, esa gracia, descubirte vivo, otra vez. Todavía aqui. Y ese lento llegar, la ida a la cocina, el desayuno, las plantas, las nubes por la ventana, el canto del pájaro inaugurando la mañana. Y otros recuerdos de otros días, otros ayeres, otros colores en el cielo, superpuestos al cielo que estaba allí. Y vos mirando y sorprendiéndote de esos juegos de la memoria, de la percepción. Ayer y hoy, como uma onda do mar. Como las olas del mar. Te fuiste dejando llevar, un día de Pentecostés, como hoy. El Espíritu Santo, Jesús, Dios, la energia vital, esa luz que está por dentro de todo y que te mueve, que mueve al mundo, que da vida a todo lo que existe. El encuentro con la família cercana, con la família más distante, ya en otros mundos, en otros lugares de la existencia. Esa maravilla que es el vivir.

sexta-feira, 17 de maio de 2013

Mario Vargas Llosa no programa Roda Viva

Escutar um literato falando de literatura é um prato cheio. Não importa se esse literato é também um político que fala de política e de política na literatura, e de literatura e política nos dias de hoje. É sempre rico esse ouvir um escritor falando do seu ofício. Neste caso, tive o prazer de assistir à primeira parte da entrevista que o escritor peruano concedeu ao programa Roda Viva. Vargas Llosa falando da novela, do romance. Do que é para ele o escrever uma novela, um romance. Do romance na era digital. Dos livros digitais, dos tablets. O escritor como quase um deus. Um construtor de mundos, de sonhos. Da riqueza da narrativa romanesca, que descreve muito humanamente o mundo humano, de maneira mais realista que as perspectivas sociológica ou ontológica, no dizer do escritor. Pode-se pular (ou não) o que Vargas Llosa disse sobre política latino-americana, uma vez que ele mesmo não conseguiu fugir de certo esquematismo, não isento de lúcidos insights sobre a falta de criticidade nos dias de hoje. O perigo de democratismos anestesiantes. Panem et circenses. Sei que apenas estou conseguindo passar umas rápidas pinceladas deste delicioso momento passado nesta tarde de 5ª. feira, ouvindo e vendo pela primeira vez o autor de livros muito citados, como La guerra del fin del mundo, e La tía Julia y el escribidor. O seu humor tão particular, e um certo ar nobre de gerações anteriores e também contemporâneas às nossas, de grandes pensadores e pensadoras que ao mesmo tempo tinham e tem o dom literário.

terça-feira, 14 de maio de 2013

Tempo

A proximidade da morte abre um espaço. A possibilidade da morte ajeita as coisas de outra forma. Mas temos que deixar que esse toque nos toque. E não é um toque gostoso. A morte próxima suspende todas as coisas. Dias atrás senti a proximidade da morte. Me assustei. Mas os dias foram passando e foi como se essa proximidade nem tivesse acontecido. Foi ficando escondida ou soterrada pelas coisas do dia a dia. Hoje, no entanto, alguma coisa trouxe de volta essa lembrança. Não como medo, embora confesse que não gosto nada da possibilidade de morrer. Mas como aviso, como um toque, algo que arruma o meu interior de outro jeito. Volta a consciência original, infantil. Parece paradoxal, ou é paradoxal, já que quando crianças, não temos noção da morte. Mas é um regresso da vida primeira. Uma vida sem tempo. Vai tudo tão rápido nos dias de hoje, que o tempo fica como que para atrás. O tempo de vez em quando pede, digamos assim, que esperemos por ele um pouco. Se a gente parar um pouco, se parar um pouco de fazer tantas coisas e projetar tantas coisas e querer estar sempre fazendo algo, o tempo pode vir a nos alcançar.

sábado, 11 de maio de 2013

Paz

Desacelerar un poco, disminuir las expectativas, dejarse en paz. Desexigirse. Permitirse así momentos de un estar aquí, simplemente. Como si no hubiera nada que hacer. Ningun padrón que obedecer. Ninguna obligación. Sólo estar, simplemente.

sexta-feira, 10 de maio de 2013

Un día diferente

Hoy fue un día bastante diferente, bajo diversos aspectos. El comienzo, la luz del día, la claridad entrando en el cuarto, el canto de los pájaros. Después, pasar por el portón del edifício, entrar a la calle, ir por la avenida hasta el edifico donde queda el consultorio cardiológico. Ver la mujer sentada en el banco, cerca de la puerta del ascensor. Me senté en el banco de al lado. En seguida, empezamos a conversar. El clima, el calor, la puntualidad del médico. Ella se puso a ver su celular. Me quedé mirando la parte interna del edifício. Me vino un alivio bárbaro, sabés, che. Miraba los pisos, las barandas, la escalera, las ventanas por donde entraba el sol de la mañana. Y de pronto, me dije: si esto no me dice nada, nada me dirá alguna cosa. Me decía, sí. Mirando todo eso delante mío, fruto del trabajo humano, me vinieron sensacioneas antiguas. Alivio. Recuerdos de otros tiempos. En eso se abre la puerta del ascensor y llega la recepcionista, sonriendo, invitándonos a entrar al consultorio. Allí siguió esta charla bastante incomun, pasando de un asunto al otro. Estudio, trabajo. Seguí acordándome de mis primeros tiempos. A la tarde, fui al banco a acompañar a mi mujer. La funcionaria sonriente preguntó si yo era su marido. No de ella, sino de mi esposa. Hojas de otoño en el piso, me alegraron, de un modo especial. El verde de los bosques de la universidad. El correo. Parecía que se repetiría el día anterior, que diera lugar a una breve crónica llamada “Las pequeñas cosas”. Conversé con el kioskero, subí al sindicato, charlé con el funcionario del correo. Uno se alivia de tantos temas “importantes”. Reírse, charlar cosas simples. Al final del día, caminé por la beira-mar y vi la gente que hace lo mismo a esa hora. Las luces a lo lejos. El mar oscuro. Un libro de Graciliano Ramos, Linhas tortas, encontrado a la mitad de la tarde.

quinta-feira, 9 de maio de 2013

Contactar

A veces uno quisiera escribir alguna cosa, algo que abriera una puerta, que estableciera un contacto con alguien o algo que está o podría llegar a estar allí. Con el passo del tiempo, se ha ido creando como que una necesidad. No importa si tenés o no algo que decir, algún asunto específico sobre el cual escribir. Escribir te pone en contacto. Te pone en contacto con vos mismo, en primer lugar, pero en seguida, y casi al mismo tiempo, con alguien que está ahí, o que podría llegar a estar ahí. Decir de pronto de alguna cosa que hiciste o pensaste esta tarde, algo que sentiste estos días pasados. O algo que podrías llegar a querer descubrir y que se te va escapando. Le llamas Dios, que a veces es tan íntimo. O algo dentro de tí, que has perseguido toda tu vida. ¿Qué sería? ¿Qué podría llegar a ser? La existencia es tan admirable. No dejas de admirarte con el vivir. No sólo con tu propia vida, sino con la vida como un todo. Las estrellas, el cielo, las plantas, los pájaros, la gente, la muerte. Todo es sorprendente.

terça-feira, 7 de maio de 2013

Experiencias literarias

Había empezado una libretita nueva, y esto le traía una alegría bárbara, casi infantil. En ella leyó, esta mañana, la anotación de anoche. Triunfos literarios. Libros terminados. Experiencias literarias. Se referían, las dos primeras, a la sensación que se tiene cuando vamos terminando de leer un libro. Sobre todo, si son o fueron libros grandes, como Cien años de soledad, de García Márquez, o Todos los nombres, de José Saramago, que quedaran por bastante tiempo esperando. Las experiencias literarias, se referían a lo que uno va experimentando mientras lee. En particular, a lo que sintiera ayer al leer alternadamente São Bernando, de Graciliano Ramos, y Caetés, del mismo autor. Eran recuerdos poco evocados, de tiempos juveniles, luchas estudiantiles, mujeres a las que creyera amar en aquellos años. Un poema al que ilustrara. Que hablaba de un niñito dormido en su cunita pobre, cajón de madera, de madera y bolsa, bolsa de arpillera. Lo supo más tarde, su primera cunita había sido un cajón de manzanas que su madre lijara por dentro. Las memorias de esos tiempos vinieran con vivacidad mientras leía los libros de Graciliano Ramos, disfrutando del arte del escritor alagoano, que relataba, en São Bernardo, los avatares de su tentativa de escribir el libro que narrara su propia historia. Y, en Caetés, los pormenores de su vida en una empresa en la que trabajaba, que le dejaba tiempo para ir escribiendo un romance que contaba la vida de los índios caetés, de los cuales apenas sabía que habían existido, y que comían gente. Mientras leía estos libros en la sala de su casa, escuchaba de vez en cuando las charlas de la criada que contaba dificultades de su vida diaria, y expresiones de su fe común. Esto último le alegraba, pues reavivaba su propia fe, una fe sencilla, que aprendiera a explorar en profundidad en la lectura de los libros del Padre Comblin, especialmente en Vocação para a liberdade, donde se enfatiza el ser uno mismo la persona que es, como la máxima realización de la libertad de la persona. Esto le recordaba lo leído días atrás en Valise de Cronopio, de Julio Cortázar, acerca de que el artista se inmortaliza al transformarse en su propia obra. Estas cosas le llenaban el alma de alegría. Venían canciones de los tiempos juveniles, despreocupadas, llenas de esperanza, algunas libres de todo ideologismo, donde se celebra la vida y el amor. Otras, trayendo el eco de los reclamos por justicia, comunes a aquellos tiempos. Le admiraba cuanto tiempo había pasado. De pronto, se sentía de nuevo como al comenzar aquellas jornadas tan sencillas pero al mismo tiempo tan movilizadas, interna y externamente. Los trabajos con las compañeras y compañeros estudiantes. Los comunicados en las revistas que apoyaban el movimiento de transformación de la carrera de sociología. Las manifestaciones. La ocupación de la facultad. Todo esto evocado años después, en 2008, al conmemorarse los 40 años de la carrera de sociología en la UNCuyo. Se emocionara, ahora y antes. Qué tiempos, qué jornadas. Qué bueno haberlo vivido, recordarlo, saber que aquello fue muy bueno, positivo, constructivo. Cómo algunos movimentos sociales tiene gran impacto en la vida de las personas. No buscábamos tomar el poder sino hacer algo por nosotros mismos, por un país más justo, más igualitario, más abierto a las necesidades de las clases populares y los trabajadores. El tiempo pasó, y hoy siguen los reclamos por justicia. La defensa de los indios y las mujeres, la defensa de la vida de los jóvenes que son asesinados en las periferias urbanas. No podía dejar de emocionarse, otra vez. Parece que nada cambió, pensó. Pero cambió, seguirá cambiando. Ya no vivo en mi cudad natal, esa Mendoza querida a la cual vuelvo siempre que puedo, de una manera o de otra. Pero ahora es esto, ahora esta otra forma de seguir construyendo un mundo mejor. Más justo, sin explotadores ni explotados. Con gente cada vez más sabiendo que puede, que vale, gente que cree en sí misma, que confía en sí misma, que sabe que su vida vale la pena. Que la vida es un don divino, es un don precioso, y que hay que cuidarla, hay que hacer que sea cada vez más tu propia vida. No la vida que alguien proyectó para vos, sino la vida que vos hiciste por vos mismo, por vos misma, para tu plenitud y para tu felicidad. Y esto no es el programa de algún partido o alguna iglesia. Es el programa, si así lo podemos llamar, de movimientos sociales que se desparraman por la base de la sociedad, como la Terapia Comunitara Integrativa, que prosigue los trabajos de Paulo Freire y de la Teología de la Liberación en medio de las distintas clases sociales, construyendo el hombre y la mujer nuevos, como ayer, como siempre y para siempre, mientras haya vida, para que haya vida y la haya en abundancia. Y para no perder el tono con el que comenzaron estas anotaciones: sin perder nunca de vista el poder humanizador del arte, especialmente de la literatura y la poesía, que están al alcance de todos y de todas. Y que nos recuerdan, constantemente, que la belleza es el mejor camino hacia lo eterno. El más directo.