sábado, 28 de fevereiro de 2015

Integración

fotoEsta mañana sentí, de un modo muy intenso, una sensación de plenitud por estar vivo. Felicidad por estar vivo. Estar vivo respirando, sintiendo, viendo, escuchando. Con los pies en la tierra, sintiendo el agua con los pies. Sentía una alegría muy intensa, como digo. Algo que ha venido aumentando en mi vida. Las raíces, la sensación de unidad de mi vida.

Mi pasado incorporado en este ahora. El pasado oscuro, los pasados oscuros integrados en este presente luminoso. Una imagen- sentimento- idea, que se ha venido consolidando en mí. Las raíces que se hunden en la tierra. La tierra son mis ancestrales, lo vivido. Y este ahora aquí, floreciendo. Agradezco. Agradezco y no puedo dejar de admirarme con la vida. Como sobrevive, como insiste, como vuelve una y otra vez.

sexta-feira, 27 de fevereiro de 2015

Fluyendo

También volvió mi río interno. El río que corre por dentro de mí. Esto es mi sensibilidad. Una cierta fragilidad. Un estado de indefensión que aprendí a taponar por fuerza de las circunstancias. Exigencias de supervivencia. Pero ahora que mis raíces están de nuevo firmemente hundidas en la tierra, fluye nuevamente el agua interna. Vuelve a fluir ese río interior, que me irriga por dentro. De pronto ya no hay tanto de lo cual defenderme. De repente puede ser que haya un lugar para mí en el mundo, de esta manera como soy. Puedo decirlo de manera afirmativa. Hay un lugar, sí. Puedo ser como soy, no necesito negarme para estar en este mundo, entre la gente. Gente como yo, agua en el agua. 

terça-feira, 24 de fevereiro de 2015

Mundo mínimo

Ayer, en medio de una jornada en que me encontraba realizando diversas actividades, una a continuación de la otra, en esa especie de vértigo aquietado en el que trato de moverme, me vino esta frase, o esta expresión: mundo mínimo. Mi mundo es un mundo mínimo. Me muevo y existo en un lugar pequeño. Tiempos cortos, instantes. Cuando el tiempo es poco, se multiplica. Esto es algo que todos sabemos. Cuando tenemos poco tiempo, el tiempo se multiplica. Había pasado un tiempo tratando de descifrar el estado de ánimo en el que me encontraba. Inútilmente. No pude ponerlo en palabras. Tal vez estuviera tratando de decir para mí mismo algo que hoy me llegó, de mañana, cuando caminaba por el veredón al borde del mar. El mar brillando bajo el sol. La gente yendo y viniendo. Los árboles, las plantas. Los vendedores. Todo ese movimiento matinal que se ve en las primeras horas del día. Me acordé de algo que supe una vez en Puente del Inca, en 1977, mientras hacía el servicio militar: que cuando me levanto temprano, alcanzo un estado al que ninguna meditación me lleva. Esto es importante. La experiencia de cada uno, de cada una. Lo que uno aprendió por sí mismo. Hay una especie de paz, una alegre despreocupación, un estar bien que no se traduce en expresiones de efusividad, sino que más bien se deja llevar o me va llevando, remansando. Entonces ya no importan tanto las certezas, o no importa en absoluto ninguna certeza. Lo que importa es el viaje, la travesía, como dice Martha Medeiros en Feliz por nada. Estar aquí ya es mucho. Estar vivo es mucho. Presenciar y participar de esta cosa sorprendente que es la vida, el existir, ya es mucho. 

segunda-feira, 23 de fevereiro de 2015

De otras maneras

A veces, por distintos motivos, no puedo encontrarme físicamente con personas amigas y queridas. Entonces, lo hago interiormente. Revivo para mí lo que es contar con el afecto y la presencia de cada uno, de cada una. Viene a mí la alegría de esa riqueza tan preciosa. Son como sonidos singulares. Una sinfonía. Muchos de ellos/as ya no están aquí fisicamente. Entonces vuelvo a sentir su presencia en mí. Lo mismo me pasa con cuadros ya pintados o aún no pintados. Libros leídos o aún no del todo leídos. Escritos que ya fueron al papel, y otros que todavía no. Intangible, pero muy real, todo este mundo de amor y beleza me llena y plenifica. Me alegra y alimenta. 

domingo, 22 de fevereiro de 2015

Lendo

Estou lendo um livro da Martha Medeiros, Feliz por nada. Fazia tempo que não me deixava atrapar tanto pela leitura de um livro, e percebo o porquê, ou alguns dos porquês. A autora é como se abrisse um espaço para eu estar lá, e lá, é um lugar aberto, é um lugar onde eu não sou pressionado a nada. Não tem alguém querendo me forçar a concordar com alguma argumentação ou com alguma visão ou versão da vida. Simplesmente leio como que me deixando levar, me deixando levar por alguém não muito diferente de mim. Alguém que tem as suas contradições, uma sensibilidade profunda, um apreço intenso pelas pequenas coisas do dia a dia. E esse alguém, esta escritora, é alguém que, ao me refletir, me permite enriquecer meu olhar sobre mim mesmo e sobre o mundo em que vivo. 

Humanidade

Hoje de manhã, assisti a Globo News. Um painel sobre relações internacionais. Três especialistas partilhando as suas visões sobre o cenário mundial. A pergunta era quais os/as líderes mundiais mais significativos/as no mundo atual, e por que. Me chamou a atenção que um professor da FEA-USP, José Augusto Guilhon, mencionasse dentre essas figuras mundiais, o Papa Francisco, e o por que desta menção.
Este professor disse que o Papa Francisco, diferentemente das outras personalidades mencionadas (Putin, da Rússia; Obama, dos EEUU; Merkel, da Alemanha, e o líder chinês, cujo nome não retive), se dirige à humanidade, e não ao poder. Minutos antes, no programa anterior, peguei o finalzinho de um programa sobre literatura, dedicado a Julio Cortázar, de quem no ano passado fizeram cem anos do seu nascimento.
Uma mulher dizia que Julio Cortázar estaria sempre vigente, pois ele reaviva a nossa poeticidade, e o nosso caráter enigmático, como seres humanos. Alegraram-me estas duas menções a argentinos que se projetaram mais além das fronteiras da Argentina. Julio Cortázar, embora se orgulhasse da sua nacionalidade argentina, sentia-se muito mais um latino-americano, e o demonstrou tanto na sua literatura, quanto na sua atuação em solidariedade aos emigrados por razões políticas durante as ditaduras na América do Sul.
Há um vídeo sobre Julio Cortázar no You Tube, que vale a pena ver: uma entrevista de duas horas de duração concedida pelo escritor argentino à televisão espanhola:https://www.youtube.com/watch?v=_FDRIPMKHQg Nela o autor se mostra como uma pessoa humilde, profundamente humana, e revela aspectos da sua personalidade que me reconciliam comigo mesmo.

sábado, 21 de fevereiro de 2015

Construyendo

A veces los días van pasando. ¡Cómo pasan los días! 

Pasan los días y van quedando sensaciones y sentimientos, impresiones e imágenes. 

Todo se va agrupando, condensando, resumiendo. 

Como pequeños ladrillos con los cuales me he ido y me sigo modelando. Así modelo y contruyo también el mundo en que vivo. 

quinta-feira, 19 de fevereiro de 2015

Canción para mis lágrimas

También volvieron mis lágrimas

Ellas son el río que me alimenta

Lágrimas de alegría, lágrimas de tristeza


Lágrimas, agua. Vida.

Pertencimiento

A veces necesito ir a un lugar donde pueda estar. Donde pueda ser yo. Donde pueda ser feliz, y simplemente quedarme allí. Ser feliz y amar. Estar en paz. Entonces me dejo deslizar hacia esas regiones crepusculares de la imaginación y la fantasía. Los mundos de la poesía y la literatura. Allí todo es armonía y paz. Esta tarde, me vino un poema de Jorge Luis Borges: Arte poética. Esto me trajo una alegría muy hermosa. Sentir esos versos inmemoriales.  


A veces, pienso que podría llegar a querer pintar un cuadro de hortensias y jazmines del cielo. Veo esas flores, esos colores. Siento esas flores y esos colores. Soy esas flores y esos colores. Soy color. 

quarta-feira, 18 de fevereiro de 2015

Tiempo para mí

Lo encuentro aquí y ahora, en esto.
En este respirar este instante,
Oyendo el rumor de la calle.
Sabiéndote dormida y esperando.
Un niño que llega.
Un pasado muerto, del que nace el ahora.
Ahora éste es mi tiempo, tiempo
Breve y eterno. De cruzar el río
Y subir la montaña. De trabajar
Por un mañana que es hoy.
Esta semilla de eternidad que soy,

Que es este instante.

segunda-feira, 16 de fevereiro de 2015

Razones de las cosas

Alguien podrá preguntarse, con todo derecho, qué hacen escritos como este en medio de noticias sobre cosas como la violencia, la política del gobierno o las protestas de la oposición, esos sí, asuntos debidamente concebibles de estar en espacios de medios de comunicación normales o cosa que se parezca.
En el año en que se conmemoran los cien años del nacimiento de Julio Cortázar, tengo a mi favor un aliado poderosísimo para justificar por qué una revista puede o hasta debe, si se quiere un medio a favor de la liberación de la persona humana, abrir espacio para que la reflexión se dirija más bien hacia el mundo de la percepción y la vivencia personales, que al mundo de las cosas aparentemente tan dueñas de sí para estar en estos lugares.
En su libro La vuelta al día en 80 mundos, Julio Cortázar nos hace reflexionar sobre el hecho de que la literatura disuelve la falsa objetividad creada por la intelectualidad raciocinante, la codificación cotidiana y los medios de comunicación, entre otros factores. Sólo esto ya nos justifica plenamente, en esta tentativa de ir abriendo espacios hacia adentro y hacia afuera de nosotros mismos, en vez de simplemente y solamente despotricar contra las maldades y maleficios que a diestra y siniestra infectan nuestros ojos y corazones por donde miremos, y que llenan los espacios de los diarios, revistas, televisiones y redes sociales.
Si uno cree, como es mi caso en particular, pero pienso también que del lado de allí de esta hoja, exactamente donde vos estás, o donde podría llegar a situarse un gran número de personas, debe haber quienes también como yo estén más preocupados con la posibilidad de una vida libre, humana, fraterna, feliz, solidaria, es legítimo que nos preocupemos más con el cultivo constante de espacios de libertad en los que podamos espejarnos, que en la mera repetición de dosis y sobredosis diarias de desesperanza y decepción, para citar apenas dos emociones negativas, de esas que con insistencia nos derrama hacia adentro la industria de los medios de comunicación, que más debería llamarse industria de los medios de la destrucción de la persona humana, debido a que sin esperanza no hay vida.
Estas cosas no las digo por decir, sino por una razón muy fuerte y muy consistente: que la libertad sólo se alcanza ejerciéndola. O sea que si no puedo escribir sobre lo que verdaderamente es importante y me importa, escribir no sería ya lo que es o puede y tal vez deba ser: un poderoso y eficaz medio de sacarnos de encima toda una serie de máscaras y pegajosidades que nos acostumbramos a ver en el lugar de nuestra cara y de nuestros ojos, que nos fueron inculcadas pacientemente por esa especie de masa amorfa a la que se acostumbra llamar mundo, sociedad, costumbres, etc.
Pasé años en la llamada academia, donde la preocupación de muchos y muchas era no lo que yo decía o quería decir, sino la cita de autores que justificase que lo que estaba siendo dicho, podía de hecho decirse, ya que en verdad había sido dicho por alguna autoridad, o, al menos, de modo autorizado.
Las objeciones se extendían a la sintaxis o al estilo de expresión, muchas veces censurado por demasiado personal, como si un cientista social no tratara de personas, sino de cosas, objetos, insectos, qué se yo. Aguanté cuanto pude y hasta que no pude más, entonces esto, entonces esta tarea de hormiga que minuciosamente se permite decir buen día, che, como te va yendo, pero no espera que haya una respuesta padronizada de vuelta, sino tal vez, por qué no apenas una mirada que te diga que del lado de allá hay gente, hay una persona con su historia de vida, sus maneras particulares de ser y de estar en el mundo, sus formas propias de expresión.

sábado, 14 de fevereiro de 2015

Integración

Hay escritos que se cierran sobre sí mismos. Es como si no existieran. A esta categoría pertenece una anotación que hice esta mañana, sobre algo que me ocurrió ayer. Pensé que podría llegar a compartirla, pero es como si no estuviera. Como si no existiera. Se refiere a algo muy hermoso que me ocurrió, de una naturaleza muy simple y sencilla. Simplemente en un cierto momento, experimenté la sensación de que era yo mismo de nuevo. Me sentí yo mismo otra vez. Esto fue algo muy hermoso. Tiene que ver con cosas que he venido experimentando en estos últimos tiempos. Una sensación de raíces. Pertenecimiento. Solidez. Seguridad. Continuidad. Integración. El río interior. Tristeza y alegría. Emociones. Una agua que corre. Un río que circula por dentro mío. Tierra. Árboles. Crecimiento. Tiene que ver también con colores y flores. Color celeste. Azul claro. Azul oscuro. Blanco. Azul y blanco. Los colores son sensaciones. Sentimientos. Lugares. Son personas, también. Familia. Amigos. Alegría. Sueños. Semillas. Integración.

quinta-feira, 12 de fevereiro de 2015

Unidad

Como tantas otras veces, me pongo a escribir ahora, como una forma de ir pasando el tiempo, e irme pasando en limpio también. Ir trayendo la vida al papel. Es una forma de pasar el tiempo, y es una forma compartida. Es también una forma de irme trayendo de vuelta, ir volviendo a un tiempo primero, un tiempo original o infantil. No escribo ahora por tener algo en particular para decir, o tal vez sí. De tanto decir lo mismo, de tanto insistir em esto de ir trayendo la vida al papel e irme trayendo a mí mismo en esto del escribir, la palabra ha ido ganando una dimensión y una voluntad y movimiento propios. La palabra viene a decir cosas, y yo estoy aquí como testigo y ayudador en esta tarea. La palabra soy yo mismo, sos vos mismo o vos misma, la palabra es todo lo que existe, como dice Jorge Luis Borges en aquél poema: “Para una versión del I King, el libro de las mutaciones.” Cuando esto ocurre, estoy en la unidad, soy unidad, soy todo lo que existe, no hay distinción entre yo y algo afuera mío, porque no hay más adentro y afuera, sino solo uno. Unidad. 

segunda-feira, 9 de fevereiro de 2015

Escribiendo

A veces no sé qué hacer. Entonces me pongo a escribir. Es una forma de estar conmigo. Entonces es como si aquí, en este simple acto de ir poniendo letras en el renglón, toda mi vida se reuniera. Como si en estas palabras que bajan a la hoja en esta tarde de febrero, estuvieran reunidos todos los pasos que he dado en esta vida. Como si cada letra, cada palabra, fuera yo mismo. Y son yo mismo. A veces me he descubierto escribiendo como intermediario. Tercerizado. Pero esos escritos, gracias a Dios, no han sobrevivido. Era cuando me ponía en una especie de postura de quien se las sabe todas, quien quiere decirle a los demás como son las cosas. Creo que a un escritor se le pueden perdonar estos deslices. He tratado de evitarlos tanto como me ha sido posible. Y el escribir, entonces, se ha ido transformando cada vez más en un lugar de encuentro. Escribir es para mí una operación que me trae de vuelta. Una actividad en la cual voy viniendo cada vez más. Por eso escribo aún cuando no tenga nada que decir. Escribo, y así, vengo.

sábado, 7 de fevereiro de 2015

Caminando


Esta mañana, salí a dar una vuelta por mi barrio. Acacias. Otras flores rojas, que hay en la esquina. Y  tres árboles alineados, que están llegando a la otra esquina. Después seguí en otra dirección, hacia la playa de Cabo Branco. Flores blancas. Hibiscos. Flores amarillas. Jazmines. En la arena, al lado del veredón de la beira-mar, unas flores de un amarillo pálido, que crecen en el campo. La gente paseando, algunos perritos. Los camiones de los tríos eléctricos anunciando el carnaval. Y al volver, otros lugares con flores. Algunos portales de casas por donde acostumbraba pasar y detenerme, para apreciar la belleza de las flores. La iglesia de Nossa Senhora de Guadalupe. La avenida que trae de vuelta el flujo de autos, en dirección a donde vivo.

sexta-feira, 6 de fevereiro de 2015

Integración

Esta mañana, hice este cuadro azul y blanco. Azul ultramar al fondo, blanco a la derecha. Como siempre, el proceso es más interesante que el resultado. Muchos otros cuadros vinieron a mi memoria. Muchas sensaciones: de paz, tranquilidad, integración, unión, unidad. Y una enorme alegría, que se me figura sea un eficaz antídoto contra el miedo. Estaba muy contento mientras iba dejando que los colores adoptaran sus formas en la tela. La alegría barre el miedo. Una alegría infantil, por simplemente estar haciendo algo placentero. Más temprano, había estado pensando en el poder revolucionario de ser yo mismo. No creo que haya algo tan placentero como ser uno mismo. Siento mis raíces. Raíces que he visto en el patio del CEFOR de João Pessoa, Paraíba, Brasil, y en un eucaliptus del parque San Martín, de Mendoza, Argentina. Raíces. El suelo, la tierra. El lugar desde donde uno nace y crece. El lugar que uno es. En estos últimos días he estado escribiendo algunos textos que resúmen este estado, de ser yo mismo.

A veces me parece haber terminado esta tarea, pero todo va y viene, uno vuelve a apartarse, y otra vez empieza a volver. Es un vai ven. Nada está listo, ni terminado. Todo está en proceso. Todo es un proceso de irse completando. Y algo que experimenté esta mañana al pintar, es que el azul y el blanco estaban allí, en la tela, pero el cuadro estaba siendo pintado del lado de acá, en mí mismo. El cuadro era yo mismo. Lo mismo que me está ocurriendo con mis escritos. Están allá y me contienen. Mis escritos forman el mundoen que vivo. Ellos son yo mismo.

quinta-feira, 5 de fevereiro de 2015

Creciendo

En algún momento, la palabra hace silencio. La palabra se calla, para escuchar. Escucho entonces. Escuchas. Escuchamos. Escuchemos. Entonces puede haber alguna posibilida de un actuar ajustado, de un vivir en el tiempo justo. Es posible vivir en el tiempo justo, y del modo cierto. No es que haya algún manual o algunas recetas para esto. Hay indicios, pero ninguno vale a no ser que uno decida experimentar por sí mismo, y afloje un poco. A no ser que yo me deje llevar un poco por el fluir de la vida. Y vaya mirando más hacia adentro y alrededor.

Escuchando alguna palabra que resuena especialmente para mí, en alguna conversación entre amigos o con familiares. Esa palabra me está diciendo algo, pues resuena con alguna otra palabra que escucho después o escuché antes, o con alguna situación que me toca vivir. El pasado y el presente se dan las manos.

Hay un proyecto, hay un futuro. Una utopía. Hay una planta que crece. Hay una flor que ha florecido y está aquí. Soy yo. Sos vos, que has pasado, como yo, por tantas adversidades, pero no has largado la toalla. Todavía insistís en esto de la vida, en ser vos.

quarta-feira, 4 de fevereiro de 2015

Reunión



Entre Cuiabá (Mato Grosso, Brasil) y Paraná (Entre Ríos, Argentina) recuperé mi río interior. 

Pasado y presente se juntaron. Renací. Florecí. Estoy aquí. 

Entre Mendoza y João Pessoa me junté de nuevo. Supe quién soy. Sé quién soy. Soy feliz. Soy yo mismo.

segunda-feira, 2 de fevereiro de 2015

¿De dónde viene mi fuerza?

Esta pregunta me trae siempre para mi estar aquí, mi presencia, el ser que soy. Hoy me acordé del color magenta (fúcsia). Este color me trajo una sensación de estar presente. También me han estado viniendo mis escritos, muy fuertemente. Es un alimento interno. Una sensación muy buena. Mis escritos y mis colores. Mis amores. Mi sexualidad. Mis deseos. Mi imaginación. Mis sueños, compartidos y personales. Todo lo que soy es mi fuerza. Mi ser es mi fuerza. Mi fuerza soy yo.

Como muchas otras preguntas que nos hacemos en la Terapia Comunitaria Integrativa, esta tiene muchas respuestas. El centro es uno mismo. El centro soy yo. Mi experiencia, mi vivencia. Las preguntas que el Dr. Adalberto Barreto –creador de la TCI-- ha creado como medios de recuperación de la persona humana, como formas para que uno vuelva a ser uno mismo o una misma, son simples y directas. Y al mismo tiempo, son amplias y cambiantes, ya que somos seres en construcción, inacabados. A través de estas preguntas, uno va estableciendo otra conversación interna, otra relación con uno mismo o una misma.

Vamos recuperando una escucha de nosotros mismos, que repone nuestra identidad  original, aquella parte nuestra que no fue domesticada por la cultura y por la sociedad. Vamos teniendo cada vez más una noción clara del ser que somos. Valorizamos más nuestra propia experiencia, los recursos personales que hemos puesto en juego para conseguir sobrevivir, sorteando todo tipo de obstáculos, hasta el momento actual. En especial, uno va recuperando una alegría interior, la propia visión interna, una sensación de libertad y de unidad.

Lendo

Ontem comecei a ler O coronel e o lobisomem, de José Cândido de Carvalho. Tem ums livros que nos atraem logo desde o começo. Assim está acontecendo com este. Uma escrita ágil e envolvente, tanto pelo uso de regionalismos -- que em seguida me remeteu a um dos meus escritores preferidos, Graciliano Ramos—quanto pelo enredo em si mesmo, que é bem original. Enquanto lia, me dei conta de que estava praticando um tipo de leitura distraída que é a que mais frequentemente pratico. Ou seja: uma atenção que não se prende de todo ao que está lendo, e, sim, se deixa levar para os outros mundos a que o escrito remete. Desta forma, consigo me subtrair a uma excessiva demanda vinda do lado de cá, da chamada realidade objetiva que, como sabemos, não existe. A leitura também me proporciona um descanso profundo, um desligamento de uma realidade na qual muitas vezes há preocupações, ansiedade.