A veces, por distintos motivos, no puedo encontrarme físicamente
con personas amigas y queridas. Entonces, lo hago interiormente. Revivo para mí
lo que es contar con el afecto y la presencia de cada uno, de cada una. Viene a
mí la alegría de esa riqueza tan preciosa. Son como sonidos singulares. Una sinfonía.
Muchos de ellos/as ya no están aquí fisicamente. Entonces vuelvo a sentir su
presencia en mí. Lo mismo me pasa con cuadros ya pintados o aún no pintados. Libros
leídos o aún no del todo leídos. Escritos que ya fueron al papel, y otros que todavía
no. Intangible, pero muy real, todo este mundo de amor y beleza me llena y
plenifica. Me alegra y alimenta.
Nenhum comentário:
Postar um comentário