quinta-feira, 5 de fevereiro de 2015

Creciendo

En algún momento, la palabra hace silencio. La palabra se calla, para escuchar. Escucho entonces. Escuchas. Escuchamos. Escuchemos. Entonces puede haber alguna posibilida de un actuar ajustado, de un vivir en el tiempo justo. Es posible vivir en el tiempo justo, y del modo cierto. No es que haya algún manual o algunas recetas para esto. Hay indicios, pero ninguno vale a no ser que uno decida experimentar por sí mismo, y afloje un poco. A no ser que yo me deje llevar un poco por el fluir de la vida. Y vaya mirando más hacia adentro y alrededor.

Escuchando alguna palabra que resuena especialmente para mí, en alguna conversación entre amigos o con familiares. Esa palabra me está diciendo algo, pues resuena con alguna otra palabra que escucho después o escuché antes, o con alguna situación que me toca vivir. El pasado y el presente se dan las manos.

Hay un proyecto, hay un futuro. Una utopía. Hay una planta que crece. Hay una flor que ha florecido y está aquí. Soy yo. Sos vos, que has pasado, como yo, por tantas adversidades, pero no has largado la toalla. Todavía insistís en esto de la vida, en ser vos.

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