Dejar salir lo que venga
¡Ufa,
ya respiro mejor después de haber dicho esto!
Empecé el día molesto, con miedo de ser invadido
Es el tiempo del cancelamiento del otro, de la otra. Somos
substituídos y substituídas, tratados y tratadas como si no estuviéramos allí.
Este es un proyecto a largo plazo. La construcción exige
planificación, organización, paso a paso, espera. Todo esto parece haber sido
substituído por la inmediatez.
No necesito atropellarme para ser lo que no soy, hablar
cuando no quiero, decir lo que no quiero o cualquier cosa, aunque la presión
vaya en esa dirección.
Quiero seguir siendo yo hasta el final. En realidad, quiero
ser cada vez más yo. Esto exige ocupar mi lugar, a veces enérgicamente.
Veo que puedo hacerlo también dulcemente, alegremente, de
varias maneras.
Me río de este mundo loco, loco, que corre sin saber adónde
va. O mejor dicho, sabe, sí, que va a la locura. Prefiero la mía, la que me
hace reír de la locura ajena y propia.