Los pajaritos cantan
anunciando el nuevo día. Escucho ese canto, que acuna este mi estar
aquí. ¿Qué
estoy haciendo? Escribo, escribo, escribo. Para pasar el tiempo, y
para detener el tiempo. Para registrar mi estar aquí, y para que
este estar aquí sea cada vez más real, más presente, más pleno de
esa infinitud que impregna cada pequeña cosa. Esta pregunta: “¿Qué
estoy haciendo?”, viene trayéndome cada vez más a un estado de
presencia. Más atención y menos reacción. Cuando me hago esta
pregunta, registro lo primero que viene. Estoy viviendo. Estoy vivo,
es lo primero que me doy cuenta. Esto es muy fuerte. Esto es muy
intenso. Estoy vivo y esto es un resúmen de muchos días, una
reunión de mucho tiempo. Situaciones de todo tipo, inclusive peligro
de muerte. Anoche estaba en casa de unos parientes amigos. En un
momento, me di cuenta de que el tiempo se ha venido ampliando, se
viene
mostrando como algo vasto e ilimitado. ¡Tantas
horas por vivir! ¡Tantas
cosas que uno puede hacer, inclusive no hacer nada! Cuando
sentí esta preciosidad del tiempo, este tan valioso presente, me
emocioné. Ahora estoy registrando este ejercicio de observación y
atención, como una manera de fijar lo que voy aprendiendo. Una de
las cosas que me
vienen llamando la atención, es el valor de la familia. Esto lo he
dicho ya muchas veces, y es probable que lo siga repitiendo. Ese
mundo inmediato de afectos que nos contiene y nos incluye, de pronto
es el piso más real sobre el cual estamos asentados. Es el lugar
donde estamos plantados. Puede parecer poco, ya que vivimos en una
cultura que valoriza lo que no se tiene y lo que está muy lejos,
mientras se desprecia lo que está muy cerca. El tiempo ha ido
pasando y sigue pasando, constantemente. Y mientras pasa el tiempo,
algo en mi se va fijando cada vez más en lo que está aquí ahora.
El canto de los pájaros. La vida que vuelve. La vida que fue
volviendo y sigue volviendo todo el tiempo.
O sonho de todo escritor, mesmo menino, ou, sobre tudo, menino, é o de escrever. Escrever num jornal. Ter seu próprio jornal. Engatinhando ainda nas ferramentas e no layout dste blog, aqui está a minha tentativa.
domingo, 30 de julho de 2017
quinta-feira, 20 de julho de 2017
Para ser feliz
Una letra en la hoja organiza el mundo. Es todo lo que necesito. Todo está en su lugar y todo está bien. Todo es como debe ser. Respiro hondo, y vienen los recuerdos. Buenos recuerdos. Mis abuelas y mis abuelos. Mi familia entera. Las raíces que me sostienen y me constituyen, me hacen ser la persona que soy. Van bajando las letras que me forman y que forman el mundo. Voy y vengo y estoy aquí. Llueve, y cuando sentí el sonido del agua cayendo, era San Genaro y era Mendoza y era aquí y ahora. Un solo tiempo. De pronto, durante el día, uno se siente un poco como medio insignificante frente a un sistema social opresor e injusto, basado en la mentira y en el engaño, en las presiones y en las distorsiones. Pero puede haber una luz, una hendidura (Jorge Luis Borges). “Buscad el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás os será añadido,” dice el Evangelio de Jesús Cristo. Buscar la libertad, buscar la felicidad y la justicia dentro de uno y alrededor nuestro. Buscar el sentido de la vida, el sentido de estar aquí, el sentido de ser quien soy y de hacer lo que hago. Dejar que vengan las palabras, más allá de las reglas que quieren obligarme a decir de este o de aquél modo. Si al final lo que busco es comunicarme, y no escribir “correctamente.” Hay tanta gente que dice cosas tan reales y bellas, a su modo, modos que no tienen nada que ver con las reglas del lenguaje. Paulo Freire nos recuerda que no hay que burlarse de quienes “hablan mal” por falta de instrucción formal. Esas personas y esas hablas son resultado de una estrutura social opresiva y excluyente. Del mismo modo, nosotros mismos también somos moldeados por ese sistema que aliena y desfigura el ser real de las personas. La construcción de un mundo mejor, pasa por la recuperación del ser auténtico que cada uno de nosotros es. Dedicarle trabajo y tiempo a esto, vale la pena. De pronto empezamos a respirar mejor, a sentirnos más alegres y felices, a reírmos por cualquier cosa, y no nos importa lo que puedan pensar o decir. Uno se alegra y es feliz simplemente por estar vivo. Adalberto Barreto, creador de la Terapia Comunitaria Integrativa, nos da varios elementos para que nos vayamos apoyando en la búsqueda de nuestro ser real. El conocimiento de la experiencia y los demás saberes, se entremezclan y forman un lugar donde yo puedo ser. Puedo ser la persona que soy. No necesito negarme para ser aceptado socialmente. He participado y sigo participando de atividades formativas en Terapia Comunitaria Integrativa, porque es lo que me dá más énfasis en el sentido de yo estar aquí. Me reconecta con mi humanidad más esencial y profunda. Dejo de tener tantos miedos, tanto recelo de qué van a decir, o si voy a hacerlo bien o mal. Voy vivendo nomás, que es muy lindo. Y así como quien no quiere la cosa, van llegando a su fin estas líneas.
domingo, 16 de julho de 2017
Crecimiento
La tarde se fue transformando en noche. Y ahora los grillos entonan
su oración contínua. La casa alegre con los rostros y las conversaciones. Los abrazos
y los cánticos. Reunión del MISC-PB (Movimento Integrado de Saúde Comunitária
da Paraíba) en la casa de Carapibus. Celebrar la vida, la amistad. La continuidad
de los trabajos que nos unen. Transformar la carencia en competencia. Las
heridas del ayer, cicatrizadas, se transforman en competencia sanadora. Vuelve
el pasado doloroso, y uno no tiene más remedio que resignificar lo vivido.
Tantos años después, vuelve una y otra vez. “Yo no nací para sufrir, pero el
sufrimiento puede servir para mi crecimiento, si tengo la humildad necesaria para
comprender,” dice Adalberto Barreto, creador de la Terapia Comunitaria
Integrativa. Uno ve las personas más simples, con una alegría enorme. ¿De donde
les viene esta alegría? En algún momento, uno ve que el dolor y la alegría son
las dos caras de la misma moneda. Puedo reírme hoy, puedo ser feliz, si veo
cuánto fui capaz de generar a partir de los sufrimientos que fui enfrentando a
lo largo de la vida. Esta mañana hice ésto. Vi de pronto, en un balance rápido,
cuánto conquisté a partir de hechos que me tocó vivir, que tuvieron un efecto
muy doloroso y aún lo siguen teniendo, muchas veces. Pude ver que yo no sería
la persona que soy, sin esos acontecimentos que me impulsaron a acciones transformadoras
que me fueron enraizando cada vez más en mis valores esenciales. La Terapia
Comunitaria Integrativa crea espacios de acogimiento en los cuales vamos
creando vínculos solidarios con otras personas, a partir de que podemos
compartir lo que nos hizo o nos hace sufrir. Recuperamos una noción de
confianza e integridad. Pertenecimiento. En la reunión de hoy del MISC-PB tuve
de vuelta esa fuerza grande que me permite repirar mejor. Caminar mejor. Tener
más esperanza.
terça-feira, 11 de julho de 2017
Unidad
Poner una letra en
la hoja y saber que por este simple acto, todo es como debe ser. Todo
está donde debería estar. Se organiza el universo. Todo el pasado
está aquí presente. Te sabes una semilla que creció en la
oscuridad. Viste el sol. Naciste. Viste la vida. Viviste. Pasó el
tiempo. Tanto tiempo, que te da un vértigo. En algún sentido el
mundo fue llegando a un estado que siempre quisiste. Más
solidaridad. Ver más lo que nos une. Lo que tenemos en común.
Sufrimientos, y estrategias para enfrentarlo. Reconocernos unos en
los otros. Saber que uno pisa un suelo firme que fue pisado por
nuestros antepasados. Abuelos y abuelas. Madre y padre. Hermanos.
Hijos e hijas. Amigos. Ese hilo tenue que es la vida. La comunidad.
Aquello que nos es común. Esto permanece, más allá de clase
social, ideología, nivel de instrucción. Mirar hacia dentro del
corazón y ver ese tejido de vínculos que uno fue construyendo a lo
largo de la vida. Gente en Misiones y Mendoza. Entre Ríos y Santa
Fé. Buenos Aires y Bolivia. Venezuela. Uruguay. Un mapa interno se
fue formando y está allí. Cuando me siento solo, miro hacia
adentro, y veo esa mandala de luces. Entonces salgo a caminar. Voy a
andar por las páginas de los libros que leo y que escribo. Los
cuadros que voy pintando. Allí me veo y te veo. Veo todo este
caminar que es la vida. Voy viendo y me veo viniendo. Tengo un plan
para mañana. Para el fin de mes. Para esta tarde. Todo va yendo y
viene viniendo. Como las olas del mar. Veo la luz al final, y me
siento seguro. No hay final, finalmente. Continuidad. Unidad.
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