O sonho de todo escritor, mesmo menino, ou, sobre tudo, menino, é o de escrever. Escrever num jornal. Ter seu próprio jornal. Engatinhando ainda nas ferramentas e no layout dste blog, aqui está a minha tentativa.
domingo, 19 de novembro de 2017
Volver a casa
Volví a casa, esta mañana. Volver a casa tiene para mí una sensación y un sentimento muy particulares. Calidez. Tranquilidad. Seguridad. Paz. Cariño. La casa de mis padres en Mendoza, en el carril Sarmiento. Los cosmos y el agua. Verde y barro. Las otras casas donde fui viviendo a lo largo del tiempo. Y ahora esta casa. Volver a casa. Osho decía que meditar es volver a casa. Yo estoy volviendo a casa, y me siento en casa.
sábado, 18 de novembro de 2017
Caminar por la luz
Fui a dar una vueltita. Quería ver la luz. El sol ya se
estaba yendo. Se veían unas franjas de luz tenue sobre la pared. Intercambié
unas palabras con el portero. Seguí en dirección a la esquina de la panadería. Crucé
la calle y entré en la farmacia. Protector solar. Seguí en dirección a la
playa. Había un grupo de personas en el busto de Tamandaré. Por la avenida, el
sol brillaba, intenso. Una posada nueva. Los preparativos de algún show que
habrá esta noche. Mientras caminaba, recordaba: ando por los rayos de luz que
veo en medio de la oscuridad. Antes de volver al departamento, una pasadita por
la verdulería. La cajera sonriente. Uvas. Ahora viene la noche. Tengo unos
rayitos de luz.
Nuevamente
Tarde de sábado del año nuevo comenzado el último 31 de
octubre. Me parece increíble lo que ha sido esta semana. Estos años todos. Lo
que es este estar aquí, ahora. Un libro nuevo. Casa nueva. Vida nueva. Un camino
hecho de la luz que fui siendo capaz de recoger de en medio de la gran
oscuridad. Ando por ahí. Voy por ahí.
quinta-feira, 16 de novembro de 2017
"Nadie vino a la tierra a estaciones de reposo,"
"Nadie vino a la tierra a estaciones de reposo," leí en un libro de Chico Xavier. Hoy
recuerdo esta frase, a la luz de la vida que me tocó vivir. Miro las vidas de
gente a mi alrededor. Tampoco les ha sido fácil. Lo que agradezco
especialmente, es haber encontrado la Terapia Comunitaria Integrativa. Aquí me
fui rehaciendo y lo sigo haciendo. Todo tiene más sentido. Me fui fortaleciendo
con los distintos golpes que tuve que enfrentar. Fui saliendo de la condición
de víctima. Sigo aprendiendo a darle sentido al
dolor. Nadie escapa de esto. Me refiero a todos los dolores, no solamente a los
grandes traumas. Me escucho más. Trato de darme más cariño. En la Terapia
Comunitaria Integrativa uno viene al centro. Me voy haciendo terapeuta de mí
mismo. Y más todavía: me voy haciendo más amigo de mí mismo. Acuno al niño que
soy. El niño que vive en mí. Todo esto hace que cada vez vaya siendo más
tranquilo para mí, el estar aquí.
Mis fragilidades me hacen más sensible a lo que es tierno y merece cuidado y atención
También me ayudan a ver por dónde ir. Me ayudan a ver el camino que sigo. Me muestran cuánto está involucrado en cada pequeña cosa. Me hago atento, así, a cada criatura que encuentro. Todo lo que está aquí me toca de manera muy intensa. El propio estar aquí es tan extraordinario. Es como si la vida confluyera desde todos los confines del universo, hasta este lugar donde estoy. El lugar que soy. Un lugar que vengo haciendo todos los días, como un nido incesante. De pronto ya estoy aquí. Entonces es ya mi mundo. Un mundo propio en el mundo más grande. Un lugar de paz en medio de lo que dicen que ocurre. Sigo insistiendo. Voy y vengo. Ya estoy aquí. Ahora yo. Ahora esto. Ahora paz. Amor. Belleza. Justicia. Solidaridad. Comunidad. Eternidad.
terça-feira, 14 de novembro de 2017
La Terapia Comunitaria Integrativa es para mí un espejo y un lago
Es un espejo porque en ella me veo tal cual soy. Veo el que fui, el que sigo siendo, y el que quiero seguir siendo hasta el fin. Veo mi historia de vida, mis valores, mi familia. Mis afectos. Mis recursos personales y más que personales. Veo mi esperanza, aquella certeza que me acompaña desde el comienzo de mi vida. Mi fe. Las heridas que me capacitaron para ser más amoroso y más justo. Cicatrizadas o no, de ellas brotaron y siguen brotando flores que me alegran. Es un lago que me acoge y me recibe. Es un lugar adonde puedo venir siempre que necesito. Aquí renuevo mis fuerzas. Aquí sé que es posible. Aquí yo puedo ser.
domingo, 12 de novembro de 2017
Sabiamente
El día ya comenzó. La luz del sol. Los pájaros cantando. Leo
en la lectura diaria de la palabra, sobre la sabiduría, y como obtenerla. La
sabiduría viene al encuentro de quien la busca. Es importante que yo trate de vivir
sabiamente. Vienen a mi memoria pesonas de mi familia, amigos y conocidos. De cada
uno de ellos, aprendo algo. Algo valioso viene a mí, si estoy abierto a querer
vivir bien, con justicia y felicidad, alegre y plenamente. Me doy cuenta de que
si salgo de ciertos automatismos, fluyo mejor en lo cotidiano. Me encuentro
mejor conmigo mismo y con las personas con las cuales voy entrando en contacto.
No necesito programar tanto, ni prever tanto. Puedo confiar, y actuar con soltura
y seguridad, pues mi vida está basada en Dios. ¡Buen día!
sábado, 11 de novembro de 2017
Insistiendo
Pongo la hoja a ver qué viene. Necesidad de descansar. Descansar
de tanta oposición, tanto combate al mal. Puedo mirar para adentro mío, y allí
veo luz. Allí veo flores y pájaros. Hay un jardín interior que visito y cuido. Me
da mucha paz volver mi mirada hacia adentro mío. No tengo tanto a criticar, más
vale a amar. Cosas a mejorar, pero que no me invalidan como persona. Veo mis
cualidades y mis valores. Veo mi trayectoria de vida, que me hace tener orgullo
de mí mismo. Todavía insisto en aprender, y espero seguir con esta actitud todo
el tiempo. Me permito seguir apostando en lo mejor, en las personas, y en mí
mismo. Me permito descontinuar ciertos hábitos, aunque sean buenos, a ver qué pasa.
A ver como soy sin tanta mecanización, sin tanto automatismo. De repente
aparece una brecha, una rendija, y por ahí miro. Veo que el mundo es hermoso.
Mi mundo interior y el que me rodea. Aunque insistan en querer mostrar que no
es así. Uno ve lo que quiere. Y a esta altura de mi vida, a esta altura de mí
mismo, me permito tratar de ver lo mejor, en la gente y en mí.
Resignificando
Llego a mi lugar y respiro aliviado. Nada como estar aquí. En
mí. Vuelvo de la playa. El mar y el cielo. Los barcos flotando. El barranco de
Cabo Branco a lo lejos. El cinturón verde de palmeras bordeando toda la bahía.
Los edificios asomándose en medio de la vegetación. Las mujeres que me llamaron
la atención por su belleza. Una, en especial, andando por el veredón. ¡Cómo gano
energía al contemplar lo bello! Las arenas me reciben con su antiguedad. ¡Tantas
personas que he encontrado en estos paseos! ¡Tantas oraciones y reflexiones! ¡Cómo
la vida se va procesando minuto a minuto! Recuerdo la reunión de ayer, del
curso de formación en Terapia Comunitaria Integrativa en la sede del MISC-PB (Movimento
Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba). La necesidad de estar presente,
explicitada por varios participantes, inclusive yo. Me siento más yo mismo, en estos
encuentros. ¡Se deshace una sensación de que soy tan diferente de todo el
mundo! Recupero una despreocupación y una confianza infantiles. Vuelve la vida
inicial. La vida primera. Rehago mi vida, y veo que las personas a mi alrededor
hacen lo mismo. Nos vamos rehaciendo. Recuperando el sentido del vivir.
sexta-feira, 10 de novembro de 2017
Presente
Esta mañana estuve en la sede del MISC-PB (Movimento Integrado de Terapia Comunitária da Paraíba). Continuación del curso de formación en Terapia Comunitaria Integrativa. Residentes de medicina. Educadores. Psicólogos. Sentir la memoria de este ya largo camino, llegando y anidándome. Me relajé. “Hoy estoy para mí, solamente para mí.” Me admira ver cómo me he ido entretejiendo con esta gente en movimiento. Alegría del reencuentro. Risas. Abrazos. Escuchaba a María hablando sobre la crisis. Nombrar el sentimiento. Ir a la sensación, y de allí a la comprensión transformadora. La conciencia. Veía por la ventana, las mangueiras cargadas de frutos. El centro viejo de João Pessoa. ¡Tantas historias, tanta memoria! Por las calles, gente simple. Gente humilde. Mi camino anda por ahí. Por aquí ando yo. Aquí dentro, me admira la sensación que tenía, y que todavía está conmigo. Estoy bien por estar aquí. Me hace bien estar aquí. Si estoy aquí, estoy bien.
quinta-feira, 9 de novembro de 2017
Presencia
Escribo por el simple placer de hacerlo. La necesidad de
estar en mi lugar. Vengo de la casa de campo. El vuelo de los pajaritos. Las
mangabeiras. El verde alrededor. Las flores de varios colores. Rojas. Celestes.
Blancas. Violetas y azules. El sol en su camino irradiante. Cuidar el amor.
Cuidar la vida. Buscar en Dios la fuerza. Habitar en la casa de Dios. La familia.
Los amigos. La fe. El color. El arte. Los días van tejiendo el camino. Mañana la
continuidad del curso de formación en Terapia Comunitaria Integrativa. La vida
se va resumiendo y congregando. Comunidad. Unidad. Ir de lo unitario a lo comunitario.
terça-feira, 7 de novembro de 2017
Celebración
Me pongo a escribir, por la simple necesidad de hacerlo.
Estar en mi lugar. Ser yo mismo. ¿Hay una necesidad o razón mayor? Escribo
sobre la vida que llevo aquí en la casa de campo, y en la ciudad. Aquí veo los
pájaros y escucho sus cantos. Siento el
perfume de las flores del campo. La vida es más intensa aquí. Presiona menos el
bombardeo diario de desgracias y negatividad de los medios de información. Se
diluye en un ambiente que llama a la oración, a la contemplación. Viene la
presencia de mis abuelas y abuelos. Mis padres y hermanos. Mis hijos e hijas.
La vida se condensa y se resume. Miro alrededor y veo las mangabeiras, que son
como un anidamiento continuo y esencial. Es como si uno estuviera en el regazo
de Dios. Me rodean los colores con los que paso el tiempo jugando, como cuando
era niño. Los libros donde me refugio y me rehago, continuamente. Vienen
memorias de tiempos difíciles. Tiempos que hoy se reciclan en un florecer que
me asemeja a todas las personas a mi alrededor. Agradezco haber sido capaz de rehacerme cada vez que me tocó hacerlo. La
vida es un desafio constante. Sé que la vida en sí misma, será para mí,
siempre, un misterio. Ahora es ya un solo domingo. Un único día de celebración
y agradecimento.
quinta-feira, 2 de novembro de 2017
Tiempo
Otra vez tengo tiempo para ver las hormigas.
Tengo tiempo para ver los pájaros en sus vuelos.
Tengo tiempo para ver el viento erizar las plumas del pájaro sobre la pared.
Otra vez tengo tiempo para escuchar una canción.
Tengo tiempo para mí.
Puedo otra vez simplemente estar aquí, sin la sobrecarga de tareas impuestas.
Puedo disfrutar de la vida. Nada más ni nada menos. Aprender a amar. Aprender a compartir.
Ser yo, cada vez más yo mismo. El mismo.
quarta-feira, 25 de outubro de 2017
Escribiendo
Vengo escribiendo desde hace tanto tiempo, que me parece que
es lo que he hecho toda mi vida. Hay algunas páginas que hubiera querido
arrancar. Pero han quedado, como quedan las hojas. Este oficio de escribir me
ha ido trayendo más hacia mí mismo. Me voy haciendo legible para mí mismo, de
tanto poner en las hojas las mismas cosas, o cosas parecidas. Escucho mejor a
las personas. La palabra nace del silencio. Nace de la escucha. Cuando escucho,
hay una posibilidad. El gran obstáculo es el miedo. Si hay miedo, hay una
barrera. Puedo vencerla, si voy viendo. Si me acerco. Escribo y trato de irme
acercando. Trato de llegar. Hay veces que siento que ya estoy aquí. Voy y
vengo. Otra vez me alejo y vuelvo a venir. No es fácil vivir. De tanto
escribir, hay veces que ya estoy. Ya soy. Son momentos de gloria. En esas
horas, como ahora, me emociono. Vuelve el río interior. Me lleva al mar. A la
montaña. Al río y al lago. Se junta todo en este ahora.
quinta-feira, 12 de outubro de 2017
Resiliencia
“Yo no nací para sufrir, pero el sufrimiento puede servir
para mi crecimiento, si tengo la humildad necesaria para comprender.”
(Adalberto Barreto)
Puedo comprender que muchas veces trato a alguna persona con
aspereza, como si ella me estuviera agrediendo, no porque esta sea la intención
de esta persona, sino porque en el pasado me sentí herido, y hoy reacciono de
manera chocante, para saber si me quieren y me aceptan, o no.
Pude haber creído (y todavía creer) que yo no merecía ser
amado, que no había lugar en el mundo para mí, debido a agresiones sufridas,
que me avergonzaron y me hicieron sentir culpable.
Hoy puedo decirle a mi niño interior que nunca más pasará
por ningún tipo de agresión ni violencia. “Hoy estoy aquí para protegerte, niño
mío.”
Puedo confiar en las personas, sin suponer que me quieren
despreciar o dejar de lado o humillar. Puedo saber que el pasado dejó marcas.
No hay una única persona que no tenga que enfrentar las secuelas de sufrimientos
pasados.
Pero ahora sé que este es otro tiempo. “Las heridas
cicatrizadas, se transforman en competencia sanadora.” (Adalberto Barreto). Aunque las heridas no estén del todo cicatrizadas,
yo sé que me han capacitado para ser acogedor.
quarta-feira, 11 de outubro de 2017
Centramiento
Yo no necesito vivir con miedo, ni preocupado, o con culpa o
ansiedad. Trato de centrarme en la confianza. Esto me focaliza en el
presente. Esta confianza se extiende a
la totalidad de mi vida. Veo que en el pasado fui capaz de enfrentar todo tipo
de situaciones y superarlas. Sé que en el presente, tengo que decidir entre
numerosas alternativas. Si mi foco vital está claro y definido, estará todo
siempre bien. Esto restringe el abanico de posibilidades. Mi vida hoy está más
reducida y limitada. Me he centrado en el amor, en la creación artística (literaria
y poética, pictórica y cromática) y en la Terapia Comunitaria Integrativa. Esta
reducción a lo mínimo, sin embargo, es un centramiento en lo que es eterno. Es
lo que me comunica con mi vasto interior, y con el infinito y cambiante mundo
alrededor. Mi propia espiritualidad está integrada en esta reducción mínima.
No es necesario que me preocupe.
Trato de ver la realidad de esta afirmativa. Puedo
simplemente estar tranquilo aquí y ahora. No necesito saber qué
haré en seguida o más tarde, ni volver sobre lo que ya he hecho.
Puedo solamente disfrutar del estar aquí. Voy juntando pedazos del
vivir, y en esta costura que reúne lo vivido, me voy sintiendo más
sólido y presente.
(11-10-2017)
Los pájaros cantan en la mañana lluviosa
Al ver estas palabras en la hoja, respiro
aliviado. Un día ha comenzado. Un día es todo el tiempo. Recuerdo
las búsquedas de ayer, por las calles de João Pessoa. Muebles para
la casa de campo. A medida que voy escribiendo, siento una sensación
de estar aquí. El tiempo pasado y este ahora, son un solo tiempo.
Podría parar ahora, pero me dan ganas de proseguir. Es como si la
vida dependiera de que este escrito siguiera. El canto del benteveo.
Otros cantos de pájaros. Cosas que me he acostumbrado a disfrutar,
tanto aquí en la ciudad, como en el campo. Los poemas que anoche me
ayudaron a conciliar el sueño. Uno de Ray Bradbury, sobre “El
hacer que nos hace,” en Zen en el arte de escribir. Otro de
Jorge Luis Borges, sobre “El despertar,” en El otro, el mismo.
Fray Luis de León: “Vida retirada,” (en Poesia completa de
Fray Luis de León) que le he escuchado a mi padre recitar
incontables veces. Y ahora el canto de los pájaros se va haciendo
una sinfonía. Es como un nido de sonido y luz. La luz y el canto van
construyendo el piso sólido bajo mis pies.
(11-10-2017)
segunda-feira, 9 de outubro de 2017
Caminando
Esta mañana el arco-iris apareció en el cielo, del lado del
poniente. Me vino una tranquilidad bárbara. Sentí como que había --y sigue
habiendo, ahora que transcribo la experiencia-- una posibilidad. Ahora trato de
ir poniendo lo que ha seguido viniendo desde ese momento. Yo no necesito estar en
permanente conflicto con otras personas, porque ellas no se adaptan a mis
expectativas. Nada se adapta a mis expectativas. Trato más bien de ver hacia mi
interior, y centrarme en lo que voy descubriendo sobre mí mismo. No tanto ideas
--que son frecuentemente equivocadas-- sino más bien experiencias, imágenes,
colores, sentimientos. Hay todo un lado mío que muchas veces queda por completo
de lado, porque no le doy la debida atención. Puedo relacionarme mejor conmigo
mismo y con lo que hago, con las personas con las cuales convivo y entro en contacto,
si estoy en mi propio territorio interior. Si estoy centrado en mí mismo. Me
doy cuenta de que todo esto es cambiante. Todo está en contínua mutación. Tengo
más armonía y felicidad, más plenitud, cuando vivo desde mi propia persona.
Cuando me doy tiempo para mí mismo, y no me sobreexijo. Entonces puedo ir
fluyendo en medio de la trama relacional, con menos choques. Me permito descansos,
intervalos. No necesito agradar a los demás, ni tampoco desagradarlos. Basta
que vaya siguiendo mi propio camino, que frecuentemente descubro al andar.
domingo, 8 de outubro de 2017
Caminar
Entonces ver que el día ya ha comenzado. Sentir el canto de
los pájaros, y saber que habrá que ir haciéndose un lugar del lado de acá. El
lugar ya está, pero es como si no hubiera nada. Empezar de nuevo. ¿Qué puedo
hacer por mí y para mí? ¿Qué he estado haciendo por mí y para mí? Seguir haciéndolo.
Buscar nuevos rumbos. Puedo ir a cuidar de las plantas, como lo hago siempre.
Esto me alegra mucho más de lo que soy capaz de expresar. Puedo escribir, que
es lo que más me va abriendo a mí mismo y al mundo alrededor. Puedo ver la belleza
que me rodea, lo cual es un camino seguro a la felicidad, la plenitud y la
alegría. Puedo leer, que siempre me da la certeza de que tengo un lugar preciso
en el mundo. Y también puedo no hacer nada, y dejarme llevar. Dejar que el día
y que el Dios que me habita y que dirige los rumbos de todo lo que existe, me
muestre un camino.
quarta-feira, 4 de outubro de 2017
Volví a esperar
Espero la planta renacer
Diciembre llegar
Mis nietos crecer
El libro futuro
Las flores germinar
segunda-feira, 2 de outubro de 2017
Radiografía de un despertar
Empieza el día. Estoy vivo y
respiro. Uno hace su propio tiempo. Yo soy feliz si estoy en mi lugar, y esto
ocurre cuando escribo, y también cuando ando por ahí por el mundo, ya que he
ido haciendo del mundo mi lugar. He ido haciendo mi mundo. Hago mío el mundo.
Ahora pasa la moto del guarda nocturno. Las luciérnagas en el aire. La jornada
de ayer, con la reunión de moradores del condominio. Jugamos al metegol. Nos
reímos. Bailé. Escribiré hasta que venga el sol, hasta que la luz del día se
muestre en el cielo. ¡Cuántas personas me han estimulado para que escribiera!
No estoy tratando de escribir un texto coherente, a pesar del título, o de la
primera frase. Lo que quiero es agarrar lo que ayer me vino: esto de que
después de escribir, el tiempo es mío, ahora ya soy yo, y todo es posible. Esto
es una revolución, sin fusiles y sin bombas. Simplemente ser yo mismo, algo tan
simple, y que sin embargo da tanto trabajo. Pero puede ser, y es, si uno le
dedica tiempo y empeño. Diría los nombres de cada uma de las personas que me
han hecho saber que esto es lo mío, que soy un escritor, alguien que va siendo
a medida que escribe. Alguien que es lo que escribe. Son personas de la
familia, muy próximas. Mi hermano Leo, mi esposa María. Mi hermano Arturo me
ayudó a saber que soy un colorista, un pintor, y esto se vino juntando con lo
de escribir. Vino siendo una sola y la misma cosa, y ahora es ya, sí, una sola
y la misma cosa. No es por casualidad que esto esté siendo dicho ahora que
empieza octubre. Uno nace en algún momento, y a mí me tocó llegar en octubre, y
en octubre sigo llegando, seguiré llegando. No hay mejor sensación que esta que
estoy compartiendo ahora. Nombraré también a mis amigos Graciela Maturo y Alder
Calado. Al Padre José Comblin y Dom Antonio Fragoso (in memoriam). Tengo motivos muy claros y precisos para recordar y
agradecer a cada uma de estas personas tan queridas. Mencionaré también a mis
hijos e hijas, Carol, Leo, Rodrigo y Natalia. Cada uno de ellos es un lugar muy
especial en mi vida. Un sonido específico. Una canción que llegó y ahora
escucho interna y también a veces externamente. Encontrar el sentido de la vida
es lo que más me importa. Y poder hacerlo a través de un acto tan simple y
placentero como el escribir, me llena de alegría y satisfacción. Ya los pájaros
comienzan a cantar, anunciando el día que va llegando. Como dije antes, seguiré
escribiendo hasta que esto ocurra. Quiero agradecer especialmente a Gustavo
Barreto, creador de la revista Consciência, con quien hemos mantenido una
relación de trabajo larga y fecunda. Agradezco también a Adalberto Barreto,
creador de la Terapia Comunitaria Integrativa, un espacio de descubrimiento y
reconstrucción de la persona humana y la comunidad. Aquí es donde se fue dando
y se sigue dando el milagro del renacer. En ese tejido tenue y tan fuerte que
son los vínculos solidarios. Saber que lo que nos hace sufrir no son los
acontecimientos, sino la idea que nos hacemos sobre los mismos. Podemos ir
accediendo a la inmortalidad, en la medida en que vamos recuperando la noción
de nuestro propio ser. Un niño no tiene noción de la muerte, ni vive con miedo.
Cuando ese niño que soy vuelve a estar en el comando de mi vida, el amanecer es
permanente. Nace un nuevo sol a cada momento. Volvió la vida, vuelve la vida
constantemente, y solamente nos pide un pequeño trabajo continuado: que no nos
olvidemos de nosotros mismos. Cuando nos queremos de verdad, vamos
adentrándonos en la eternidad. El amor es ese algo que no muere, ¿no es cierto?
Entonces no es tan difícil. Darnos las manos, mirar hacia nuestro interior y
ver allí lo que es más valioso. Sabernos una semilla que nació y creció, y que
sigue naciendo a cada instante. Crecer comunitariamente. Hacer nido en todo lo
que vamos viendo y viviendo. Así de simple.
¿Por qué no?
Empieza el día. Todo es posible, a esta hora. Es el momento en
que la vida está en estado virginal. “Despiértenme las aves con su canto suave
no aprendido, no los muchos cuidados de que es luego seguido...” dice el poema.
De hecho, en seguida vienen las imposiciones, lo aprendido, lo que creo que
debería ser o hacer. Ahora respiro hondo y trato de permanecer en esta línea divisoria
entre este estado previo, y lo que ya está ahí como al acecho, tratando de imponerle
una dirección a mis actos. Me quedo como contemplando y mirando. Viendo qué es
lo que viene, en medio del canto de los pájaros, y de este intento mío por
dejarme ir en el día. Seguir un rumbo. De hecho, ya me alegra haber venido a
escribir, y no haberme lanzado imediatamente a hacer otras cosas. Es decir,
elegí algo que para mí es más auténtico, me plenifica, me da más satisfacción y
sentido. A lo largo del día, será esa conocida lucha entre lo que creo que
debería hacer, lo que me gustaría hacer, y lo que es posible. Creo que la existencia
es mucho esto. Un conflicto entre el deseo y la posibilidad. El deber y la
libertad. Aunque la he buscado, no encontré todavía una receta. Algo infalible
que me garantice siempre hacer la buena elección. La experiencia, la fe. La
observación. La atención. La decisión y la voluntad. Todo está en juego. Todo
será un ir viendo qué es posible en cada momento. Muchas veces no habrá casi
tiempo para reflexionar antes de decidir. Tendré que confiar en mis reflejos.
Buen día.
domingo, 1 de outubro de 2017
Releo libros.
Es como leerlos de nuevo. Es como si no los
hubiera leído antes, sin embargo, algo en mí sabe que es una vuelta, un retorno.
Ahora estoy releyendo Dom Casmurro,
de Machado de Assis. No me acordaba de casi nada.
Algo parecido a lo que me
ocurrió al volver a leer São Bernardo,
de Graciliano Ramos. Fue como si fuera la primera vez, con esa sensación de reminiscencia.
El tiempo pasado, el que fui y ya no soy. El que soy después de todo el tiempo que
pasó entre la primera lectura y la de hoy. Todo esto es como un reespejamiento.
terça-feira, 26 de setembro de 2017
No es fácil ser humano
Desde el comienzo del día, tener que lidiar con infinidad de
pensamientos, sentimientos, ideas, situaciones. Decisiones incontables, todo el tempo. Esto sí, esto no.
Digo, no digo. Voy o no voy. Lo hago ahora, después o nunca. Si uno llega al final del día con una sonrisa en los labios y
paz en el corazón, debe darse por afortunado.
sexta-feira, 22 de setembro de 2017
Unidad
Llueve, y el sonido
del agua me trae a la hoja. El olor del agua en la madrugada. Empezar
a escribir me da la sensación de estar en mi lugar, y también me
trae la compañía de personas queridas de mi familia, que me han ido
dando la noción de que esto es lo mío. Algunos amigos y amigas
también. Es lo que he venido a hacer. No importa tanto qué es lo
que escriba, sino estarlo haciendo. Es como que de esta manera, me
integro al río de la existencia. Todo se da cita en cada palabra que
va bajando a la hoja. Se va juntando lo que ya viví y lo que está
naciendo ahora, en esta hora. Es una unión armónica. Muchas veces,
de día, no es así, y hay un conflicto entre lo que estoy haciendo y
lo que creo que debería hacer. Ahora no, es una sola cosa. Hago lo
que me gusta, lo que me hace bien, y esto es lo que he venido a
hacer. Esto lo he ido diciendo a lo largo de muchos de mis escritos.
En definitiva, creo que cada uno de mis textos, así como cada uno de
mis libros, bien como mi estar aquí en el mundo, en medio de las
redes relacionales de que formo parte, va siendo de a poco, una sola
cosa. Un estar plantado, estar inserto, formar parte. Ser con y ser
en sí. Ser yo mismo, el mismo que he sido desde el comienzo de mi
existencia.
quinta-feira, 7 de setembro de 2017
Resistencia
Se ven muchos mensajes de odio por todas partes. Cuando la
persona se desvincula de sus raíces, puede ser manipulada con facilidad. Cuando
recuperamos la sensación de unidad de nuestra vida, podemos ver lo que ocurre,
desde una posición de poder. Hemos podido sobrevivir a situaciones adversas a
lo largo de la vida. Los mensajes de odio, nos toman de sorpresa si estamos disociados
de nuestro ser profundo. Podemos resistir mejor, si vemos de donde vinimos.
Cuál fue nuestra família, con sus hábitos y valores. Hay una fuerza intensa que
se puede accesar cuando uno se sumerge en profundidad, en la vida como un todo.
Nuestra trayectoria vital es un verdadero escudo protector frente a lo que pueda
estar tratando de desestabilizarnos. Los recursos personales se entretejen unos
a los otros, en un tejido comunitario que nos realmenta y fortalece. La espiritualidad
y el buen humor. La confianza en nuestra propia capacidad. Todo converge en este
instante, uniéndonos a lo eterno que nos acompaña desde el origen, y para
siempre.
sexta-feira, 1 de setembro de 2017
Ubicación
Poner unas letras en
la hoja
Verlas bajar sobre
el papel
Y sentir que así
estoy en mí
En mi lugar. Mi vida
se ordena,
se define, se
organiza, cuando escribo.
Veo lo que ha sido,
lo que he sido,
donde he estado,
donde estoy, lo que soy.
Lo que es este mundo
que me rodea
Y en el que estoy
inserto.
Me veo como una
planta que crece,
que ha venido
creciendo y sigue creciendo
desde abajo hacia el
sol
Siempre hacia el
sol. Hacia la luz
Esa luz tenue del
amanecer,
que se perpetúa
durante todo el día
en casi invisibles
rayos
bajo mis pies y a mi
alrededor
Así voy yendo y
viniendo
Abriendo y cerrando
puertas
Paseando, pasando y
quedando
Recomenzando todo el
tiempo
hacia un nuevo
tiempo
un tiempo original
en el que existo
para siempre y desde
siempre.
quinta-feira, 31 de agosto de 2017
Renaciendo
Salgo a caminar a
ver si me junto un poco
A ver si me recojo
de tanta dispersión
Las palabras que me
forman
vienen a mí otra
vez
Todo el alfabeto de
luz y color
El amor de que estoy
hecho
Mis raíces, todo lo
que amo
La alegría de este
instante triunfal
Tan tenue como un
brote nuevo
Están aquí otra
vez
Otra vez yo, entero
¡Gracias
a la vida que me fue esculpiendo!
¡Las
muertes se fueron haciendo vida revivida, vida renacida!
Raíz,
flor, tronco, hojas
Eso
soy y cielo mar montaña paz
domingo, 20 de agosto de 2017
Enraizamiento
Voy con mis libros de aquí para allá. Mis colores me anidan.
Me enraízo en el presente. Estar aquí es el sentido más pleno. Esta tarde de
domingo voy dejando que la vida me lleve y me traiga. Disfrutando del encuentro
del curso de formación en Terapia Comunitaria Integrativa, que es un espejo y un
nido. Un lugar donde soy yo otra vez. Miro por las ventanas y veo el cielo y
los pájaros. La ciudad a lo lejos, y el mar. Ahora la hoja es un puerto, y me
dejo estar aquí, sin apuro, sin prisa ni presión. El día va pasando a su modo,
a su tiempo. Más allá, los atentados y secuestros. La desaparición de Santiago
Maldonado reactiva memorias de supervivencia. Aquello que no muere. Recuperar la
memoria activa. Saber donde tengo los pies plantados.
segunda-feira, 14 de agosto de 2017
Reconstrucción
La desaparición de Santiago Maldonado revive la memoria de
la dictadura. El estado represor que se ceba en la vida de las personas que
considera enemigas. Argentina no puede seguir retrocedendo el lo que se refiere
a la política de Derechos Humanos. La población debe tener garantías de que se
puede ejercitar el derecho de manifestarse púbicamente de manera pacífica. Sin
esto, es la barbarie. Ya no basta la corrupción institucionalizada, los privilegios
de la dirigencia política gubernamental, que impone a los trabajadores cargas
insoportables. Ahora nos quieren recordar que la vida no vale nada, y que quien
se manifiesta en defensa de los derechos de las minorías o de las mayorías, está sujeto a desaparecer,
ser torturado, ser golpeado. Debe terminar de una vez por todas la cultura de
la muerte en Argentina. Creo que debemos volcarnos aún con más consistencia y
coherencia hacia una formación humana integral, aquella que reverencia la vida
y enseña a cuidarla. Recordar que la vida es un don divino, resultado de
infinitos cuidados de numerosas personas que hacen posible que estemos aquí.
Recordar que necessitamos unos de los otros, para complementarnos. Colaborar
mutuamente en la construcción y preservación de un tejido social que respete
las diferencias. Valorizar la construcción y el refuerzo de lazos solidarios,
más allá de ideologías, creencias, profesión, nivel socio-económico, etc.
domingo, 30 de julho de 2017
¿Qué estoy haciendo?
Los pajaritos cantan
anunciando el nuevo día. Escucho ese canto, que acuna este mi estar
aquí. ¿Qué
estoy haciendo? Escribo, escribo, escribo. Para pasar el tiempo, y
para detener el tiempo. Para registrar mi estar aquí, y para que
este estar aquí sea cada vez más real, más presente, más pleno de
esa infinitud que impregna cada pequeña cosa. Esta pregunta: “¿Qué
estoy haciendo?”, viene trayéndome cada vez más a un estado de
presencia. Más atención y menos reacción. Cuando me hago esta
pregunta, registro lo primero que viene. Estoy viviendo. Estoy vivo,
es lo primero que me doy cuenta. Esto es muy fuerte. Esto es muy
intenso. Estoy vivo y esto es un resúmen de muchos días, una
reunión de mucho tiempo. Situaciones de todo tipo, inclusive peligro
de muerte. Anoche estaba en casa de unos parientes amigos. En un
momento, me di cuenta de que el tiempo se ha venido ampliando, se
viene
mostrando como algo vasto e ilimitado. ¡Tantas
horas por vivir! ¡Tantas
cosas que uno puede hacer, inclusive no hacer nada! Cuando
sentí esta preciosidad del tiempo, este tan valioso presente, me
emocioné. Ahora estoy registrando este ejercicio de observación y
atención, como una manera de fijar lo que voy aprendiendo. Una de
las cosas que me
vienen llamando la atención, es el valor de la familia. Esto lo he
dicho ya muchas veces, y es probable que lo siga repitiendo. Ese
mundo inmediato de afectos que nos contiene y nos incluye, de pronto
es el piso más real sobre el cual estamos asentados. Es el lugar
donde estamos plantados. Puede parecer poco, ya que vivimos en una
cultura que valoriza lo que no se tiene y lo que está muy lejos,
mientras se desprecia lo que está muy cerca. El tiempo ha ido
pasando y sigue pasando, constantemente. Y mientras pasa el tiempo,
algo en mi se va fijando cada vez más en lo que está aquí ahora.
El canto de los pájaros. La vida que vuelve. La vida que fue
volviendo y sigue volviendo todo el tiempo.
quinta-feira, 20 de julho de 2017
Para ser feliz
Una letra en la hoja organiza el mundo. Es todo lo que necesito. Todo está en su lugar y todo está bien. Todo es como debe ser. Respiro hondo, y vienen los recuerdos. Buenos recuerdos. Mis abuelas y mis abuelos. Mi familia entera. Las raíces que me sostienen y me constituyen, me hacen ser la persona que soy. Van bajando las letras que me forman y que forman el mundo. Voy y vengo y estoy aquí. Llueve, y cuando sentí el sonido del agua cayendo, era San Genaro y era Mendoza y era aquí y ahora. Un solo tiempo. De pronto, durante el día, uno se siente un poco como medio insignificante frente a un sistema social opresor e injusto, basado en la mentira y en el engaño, en las presiones y en las distorsiones. Pero puede haber una luz, una hendidura (Jorge Luis Borges). “Buscad el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás os será añadido,” dice el Evangelio de Jesús Cristo. Buscar la libertad, buscar la felicidad y la justicia dentro de uno y alrededor nuestro. Buscar el sentido de la vida, el sentido de estar aquí, el sentido de ser quien soy y de hacer lo que hago. Dejar que vengan las palabras, más allá de las reglas que quieren obligarme a decir de este o de aquél modo. Si al final lo que busco es comunicarme, y no escribir “correctamente.” Hay tanta gente que dice cosas tan reales y bellas, a su modo, modos que no tienen nada que ver con las reglas del lenguaje. Paulo Freire nos recuerda que no hay que burlarse de quienes “hablan mal” por falta de instrucción formal. Esas personas y esas hablas son resultado de una estrutura social opresiva y excluyente. Del mismo modo, nosotros mismos también somos moldeados por ese sistema que aliena y desfigura el ser real de las personas. La construcción de un mundo mejor, pasa por la recuperación del ser auténtico que cada uno de nosotros es. Dedicarle trabajo y tiempo a esto, vale la pena. De pronto empezamos a respirar mejor, a sentirnos más alegres y felices, a reírmos por cualquier cosa, y no nos importa lo que puedan pensar o decir. Uno se alegra y es feliz simplemente por estar vivo. Adalberto Barreto, creador de la Terapia Comunitaria Integrativa, nos da varios elementos para que nos vayamos apoyando en la búsqueda de nuestro ser real. El conocimiento de la experiencia y los demás saberes, se entremezclan y forman un lugar donde yo puedo ser. Puedo ser la persona que soy. No necesito negarme para ser aceptado socialmente. He participado y sigo participando de atividades formativas en Terapia Comunitaria Integrativa, porque es lo que me dá más énfasis en el sentido de yo estar aquí. Me reconecta con mi humanidad más esencial y profunda. Dejo de tener tantos miedos, tanto recelo de qué van a decir, o si voy a hacerlo bien o mal. Voy vivendo nomás, que es muy lindo. Y así como quien no quiere la cosa, van llegando a su fin estas líneas.
domingo, 16 de julho de 2017
Crecimiento
La tarde se fue transformando en noche. Y ahora los grillos entonan
su oración contínua. La casa alegre con los rostros y las conversaciones. Los abrazos
y los cánticos. Reunión del MISC-PB (Movimento Integrado de Saúde Comunitária
da Paraíba) en la casa de Carapibus. Celebrar la vida, la amistad. La continuidad
de los trabajos que nos unen. Transformar la carencia en competencia. Las
heridas del ayer, cicatrizadas, se transforman en competencia sanadora. Vuelve
el pasado doloroso, y uno no tiene más remedio que resignificar lo vivido.
Tantos años después, vuelve una y otra vez. “Yo no nací para sufrir, pero el
sufrimiento puede servir para mi crecimiento, si tengo la humildad necesaria para
comprender,” dice Adalberto Barreto, creador de la Terapia Comunitaria
Integrativa. Uno ve las personas más simples, con una alegría enorme. ¿De donde
les viene esta alegría? En algún momento, uno ve que el dolor y la alegría son
las dos caras de la misma moneda. Puedo reírme hoy, puedo ser feliz, si veo
cuánto fui capaz de generar a partir de los sufrimientos que fui enfrentando a
lo largo de la vida. Esta mañana hice ésto. Vi de pronto, en un balance rápido,
cuánto conquisté a partir de hechos que me tocó vivir, que tuvieron un efecto
muy doloroso y aún lo siguen teniendo, muchas veces. Pude ver que yo no sería
la persona que soy, sin esos acontecimentos que me impulsaron a acciones transformadoras
que me fueron enraizando cada vez más en mis valores esenciales. La Terapia
Comunitaria Integrativa crea espacios de acogimiento en los cuales vamos
creando vínculos solidarios con otras personas, a partir de que podemos
compartir lo que nos hizo o nos hace sufrir. Recuperamos una noción de
confianza e integridad. Pertenecimiento. En la reunión de hoy del MISC-PB tuve
de vuelta esa fuerza grande que me permite repirar mejor. Caminar mejor. Tener
más esperanza.
terça-feira, 11 de julho de 2017
Unidad
Poner una letra en
la hoja y saber que por este simple acto, todo es como debe ser. Todo
está donde debería estar. Se organiza el universo. Todo el pasado
está aquí presente. Te sabes una semilla que creció en la
oscuridad. Viste el sol. Naciste. Viste la vida. Viviste. Pasó el
tiempo. Tanto tiempo, que te da un vértigo. En algún sentido el
mundo fue llegando a un estado que siempre quisiste. Más
solidaridad. Ver más lo que nos une. Lo que tenemos en común.
Sufrimientos, y estrategias para enfrentarlo. Reconocernos unos en
los otros. Saber que uno pisa un suelo firme que fue pisado por
nuestros antepasados. Abuelos y abuelas. Madre y padre. Hermanos.
Hijos e hijas. Amigos. Ese hilo tenue que es la vida. La comunidad.
Aquello que nos es común. Esto permanece, más allá de clase
social, ideología, nivel de instrucción. Mirar hacia dentro del
corazón y ver ese tejido de vínculos que uno fue construyendo a lo
largo de la vida. Gente en Misiones y Mendoza. Entre Ríos y Santa
Fé. Buenos Aires y Bolivia. Venezuela. Uruguay. Un mapa interno se
fue formando y está allí. Cuando me siento solo, miro hacia
adentro, y veo esa mandala de luces. Entonces salgo a caminar. Voy a
andar por las páginas de los libros que leo y que escribo. Los
cuadros que voy pintando. Allí me veo y te veo. Veo todo este
caminar que es la vida. Voy viendo y me veo viniendo. Tengo un plan
para mañana. Para el fin de mes. Para esta tarde. Todo va yendo y
viene viniendo. Como las olas del mar. Veo la luz al final, y me
siento seguro. No hay final, finalmente. Continuidad. Unidad.
sexta-feira, 30 de junho de 2017
Mi lugar
Necesito tener un lugar para mí. Un lugar donde pueda ser yo mismo. Lo vengo buscando desde hace años. Lo encuentro de varias maneras, pero nunca lo encontré en soledad.
Siempre depende de reflejos, de un espejamiento en otras personas significativas. Son familiares y amigos. Personas que encuentro en los cursos de formación en Terapia Comunitaria Integrativa.
En estos espacios mínimos, me voy teniendo de vuelta. Voy volviendo a ser yo mismo. Hay toda una presión social que a uno lo va apartando de sí mismo. Uno va aprendiendo a dejar de ser, para ser aceptado.
Es cierto que la vida en común impone concesiones, pero éstas no pueden ser tantas que uno ya no sea más la persona que es. Las concesiones no pueden ser de tanta magnitud, que yo ya no sea yo mismo si estoy en relación.
Sería un precio demasiado caro para vivir en sociedad. Trato de compartir lo que voy descubriendo en este camino de reencuentro, porque cada vez que lo hago, gano más fuerza y más impulso.
Antiguamente creía que yo debía aislarme, crear uma muralla que me separara de la gente. Así creía que podría resguardar mi individualidad, ser yo mismo, sin influencias externas. Esto es imposible.
En realidad, el aislamiento crea otras deformaciones. Va alimentando el miedo, la sensación de extrañeza, la coexistencia se va haciendo cada vez más difícil.
En la convivencia familiar y con amigos, y en los cursos de formación en TCI, he ido recuperando una sensación de confianza en mí mismo y en los demás.
Mi lugar en el mundo depende más bien de un aflojar las exigencias de una perfección imposibe de alcanzar; aceptar mi humanidad, con los errores que nos caben a todos y con las particularidades que cada uno tiene, y descubrir que la existencia comunitaria me enriquece y potencializa mi libertad y mi poder de acción, en vez de disminuírlos.
Y esto es de enorme valor, en circunstancias como las actuales, y en todo tiempo.
segunda-feira, 5 de junho de 2017
Permanencia
Escribir un libro es
un proceso verdaderamente enriquecedor y sorprendente. Hacerlo a
partir de las vivencias cotidianas, es una forma de uno tenerse de
vuelta. Uno sale de la sensación de que la vida podría llegar a ser
algo repetido. La crónica diaria es un registro de aquello que de
nuevo nos llega a cada instante. Ahora por ejemplo, escribiría sobre
el fin de semana en la casa de campo. Las rosas. Los yuyos con sus
flores tan coloridas. Los familiares que nos visitaron, compartiendo
su tiempo con nosotros. Las playas. Los atardeceres. La lluvia. El
procesamiento de la vida, que nos lleva de un lugar a otro, y todo va
cambiando y permanece sin embargo igual o casi igual. Uno se va
internando en la eternidad, a fuerza de tanto vivir atentos al
detalle del instante. El verde que nos rodea en el campo. El cemento
que nos rodea en la ciudad. Entre dos mundos. El tiempo ha ido
pasando, como si nada, y uno de pronto se ve ya en el crepúsculo. El
oro del sol poniente que nos acompaña y nos abriga. No son
metáforas. Es una realidad más real que la que nos quieren vender
por medio de la prensa. De repente te ves de nuevo en el tiempo
primero, la niñez. Las macetas en el patio. Los barquitos en la
acequia. Un tiempo sin tiempo.
terça-feira, 30 de maio de 2017
Presencia
¡Un
instante es tanto tiempo! Si estoy presente, estoy sumergido por
completo en mi propia historia. Todos los momentos que viví están
reunidos aquí. Es algo muy intenso. Esto lo sentí este fin de
semana, en un encuentro en familia, en la casa de campo. Estábamos
todos alrededor de la mesa. Escuchaba las palabras de cada uno, en
esa especie de ajedrez sabroso que son las conversaciones cruzadas.
Se forma como una especie de rompecabezas, un mosaico. En un cierto
momento, me encontré hablando sobre una de las tesis principales de
mi libro Libertatura*:
no apenas usar las palabras como medio o instrumento. En la palabra,
al dialogar, ser capaces de recibir por completo a quien está
hablando, y yo también estar presente totalmente. Esto me parece
importante para que la palabra sea de hecho un medio de integración.
Una forma de estar en contacto íntimo unos con los otros. Solamente
puedo ejercitar esta forma de ser palabra, cuando estoy en paz
conmigo mismo. Cuando me acepto como soy, aún con aquellos aspectos
de mí mismo que me disgustan, y que creo que debería cambiar. Si no
me acepto, si estoy frustrado conmigo mismo, mi estar en el mundo es
un choque constante. Nada me viene bien, nadie me parece ser como
debería ser. Pero cuando estoy totalmente presente en este instante,
en esta preciosísima fracción de tiempo en que estoy aquí, todo
adquiere una intensidad muy grande. Todo se vuelve mágico.
*Publicado
en Amazon Books.
terça-feira, 11 de abril de 2017
Llueve
Llueve adentro y
afuera. Hay gente que le escapa a la tristeza como si fuera una
especie de enfermedad. Ahora escucho el agua que cae, y recuerdo
aquella canción de Los Iracundos: “bajo un monte lleno de dinero y
ambiciones, debe haber ese algo que no muere.” Hace un ratito
nomás, el cielo estaba azul claro, y unas nubes. Ahora es la lluvia
que cae, viene a lavar el mundo, la ciudad. Un pajarito canta en
medio de la lluvia. Mis colores y mis libros me rodean, esperan su
momento de venir a mezclarse con mi vida. Más temprano, aquellos
recuerdos tan queridos: mi abuela Mamina que gustaba de la lluvia y
de los jazmines del cielo. Yo mismo levantándome para ir al Liceo
Agrícola. Y las huelgas y la represión. Parece que nada cambia, o
cambia muy poco. Y sin embargo algo cambia. Uno va mezclándose de a
poco y de a mucho, con todo lo que nos rodea. Soy una parte de las
páginas de los libros que voy leyendo y escribiendo. Y soy un color
que cayó del cielo. ¿Seguirá
habiendo guerras y violencia, siempre? Cuando yo era joven, soñaba,
como mucha gente, con un mundo donde no hubiera hambre, violencia ni
dominación. ¿Será
posible ese mundo? ¿Llegaremos
un día a ese lugar de paz y justicia? Llueve, esto es lo que sé.
Llueve, no deja de llover.
quinta-feira, 30 de março de 2017
Literariamente
Hoje terminei de ler
Memórias póstumas de Brás Cubas, de Machado de Assis. Como
é bom quando um bom livro nos pega, nos leva, nos atrapa a um ponto
em que podemos esquecer qualquer aperreio ou desgosto! Isto
aconteceu, ao longo do tempo em que este belíssimo livro esteve nas
minhas mãos. Nunca deixarei de agradecer aos meus pais, por terem
nos introduzido neste hábito tão salutar, da leitura. Não
necessitamos estar o tempo todo para fora, podemos nos voltar para
nós mesmos. Desfrutar, apreciar com deleite, as boas obras de arte,
sejam elas escritas em prosa ou poesia, ou, ainda pintadas e/ou
desenhadas. É uma possibilidade que se nos oferece também no
chamado mundo externo. Contemplar a beleza das flores, dos céus ou
do mar, do que quer que nos chame a atenção pelos seus atrativos!
Isto nos sara, nos humaniza, nos faz bem! Certamente que uma leitura
evoca outra, um poema evoca também outro, um quadro nos leva a um
outro quadro, e assim até o infinito. Assim, temos ao nosso alcance,
como uma dádiva, um dom, a possibilidade de mergulharmos na beleza,
em qualquer lugar onde possamos nos encontrar.
quarta-feira, 15 de março de 2017
Construyendo
Escribiría algo que dijera lo que necesito saber. De tanto escribir, me he ido haciendo y haciendo el mundo en que vivo. El aire que respiro y el suelo que me sostiene. El pasado que es casi todo lo que hay, y esa tenue ranura que es el ahora, que pasa rapidamente y ya es pasado también. ¿Pasan los días o soy yo el que pasa? Tengo la impresión de que todo pasa y queda al mismo tiempo, en una continua integración de instantes que nos va integrando en lo eterno.
segunda-feira, 23 de janeiro de 2017
Continuidad
Empieza el día.
Empieza la semana. Empieza otra vez esa larga jornada de seguir
intentando encontrar el hilo de la vida. Ya han pasado muchos años,
y parece ahora que otra vez soy aquél mismo niño de la calle
Leonidas Aguirre, que jugaba. Siento esas mismas sensaciones. Ahora
el pájaro canta, y me doy cuenta de que estoy en otro lugar. Mis
hijos e hijas han crecido, ahora son ellos y ellas quienes se vienen
haciendo un lugar en el mundo, mientras yo me voy adentrando en el
crepúsculo. Tiempo de juntar los tiempos. Leo y escribo. Pinto. Me
preparo para habitar en un lugar sin historia. Una casa nueva que ya
está casi lista. Allí estarán todos mis recuerdos. Allí seguiré
escribiendo esta historia que empezó con mis ancestrales que
vinieron de España y de Italia y de Nuestra América. Sabré
entonces que no hay tiempo que perder. El tiempo es todo lo que uno
tiene. Y cada minuto, cada instante, es precioso. Son reuniones de
palabras que se van juntando dentro de uno. Formando la escritura
continua de la vida. ¡Buen
día!
segunda-feira, 9 de janeiro de 2017
Conversando
A
partir do momento em que comecei a escrever e a colaborar em meios
digitais, lá pelo ano de 2001, comecei a perceber o enorme efeito
terapêutico deste ato tão simples e tão significativo, o ato de se
comunicar, o ato de partilhar o que vamos vendo e percebendo. As
lições que pude ir aprendendo nesta empreitada, continuam a se
mostrar, e continuo achando que seja uma tarefa proveitosa, a de
seguir partilhando neste cara a cara às vezes distante, às vezes
presencial com as leitoras e leitores, o que vou aprendendo. De
longe, o efeito mais benéfico deste ato de escrever e partilhar, é
o de ir trazendo para minha própria consciência, a vida tal como a
experimento. Não a vida pensada, mas a vida vivida. O exercício de
escrever e partilhar, traz como consequência a emergência de um
viver mais autêntico e verdadeiro, o retorno de um estado infantil e
puro de existir. Isto é muito prazeroso, porque embora os anos
tenham passado, é como se estivéssemos indo na contramão da
cronologia, cada vez mais jovens por dentro. Posso dizer com toda
franqueza, que esta atividade que estou praticando de maneira
continuada desde o ano de 2001, foi me trazendo frutos tão
agradáveis, que a minha própria vida foi chegando a um estado de
integração em que me encontro hoje. É como se o mundo em que vivo,
meu dia a dia, tivesse sido moldado com as minhas próprias mãos.
Cada vez vivo mais no meu próprio mundo, um mundo que tem a minha
cara. Mas isto somente é possível porque tenho praticado o diálogo
com um sem número de pessoas com as quais pude ir conversando sobre
o que escrevo. Se hoje vivo em um mundo mais humanizado, é porque
fui me tornando mais permeável ao que os demais pensam e sentem
acerca do que escrevo. Desta forma, esta atividade que é muito
solitária em alguns sentidos, foi se tornando cada vez mais social,
cada vez mais coletiva, mais comunitária. Sinto que o mundo em que
vivo hoje é mais integrado, ou eu me integrei mais no mundo. Isto é
muito bom porque é como se progressivamente estivesse chegando ou às
vezes estivesse habitando plenamente em uma realidade que as palavras
dificilmente conseguem descrever, e sobre a qual posso dizer apenas
que é como se fosse a terra prometida. Lembro então muitas vezes
das palavras do padre José Comblin, com quem tive o privilégio de
conviver por um tempo: “a terra prometida estava no seu próprio
coração.” As últimas palavras que escutei dele, dirigidas a mim,
foram estas: “seja fecundo na sua literatura”. Sinto como se o
tempo ao meu redor tivesse se compactado. Nada disto teria sido
possível em solidão. É fruto do crescimento que o diálogo
possibilita. O diálogo nos humaniza, nos faz gente.
terça-feira, 3 de janeiro de 2017
Juntándome
Terapeuticomunitariamente. Juntando. Juntándome.
Me he venido juntando en la TCI, en la vida. Y sigo juntándome. Íntimamente.
Socialmente. Realmente. Verdaderamente.
Poesía. Literatura. Amor. Oración. Acción. Color.
Felicidad. Paz. Justicia. Respeto. Familia. Amigos.
Todo lo que es valioso está aquí y yo soy todo esto.
Me he venido juntando en la TCI, en la vida. Y sigo juntándome. Íntimamente.
Socialmente. Realmente. Verdaderamente.
Poesía. Literatura. Amor. Oración. Acción. Color.
Felicidad. Paz. Justicia. Respeto. Familia. Amigos.
Todo lo que es valioso está aquí y yo soy todo esto.
domingo, 1 de janeiro de 2017
Presente
Volver a escribir.
Volver a la hoja. Volver al lugar donde soy más yo. Volver a ser yo.
Nada se parece a esta sensación. Es como tenerse de vuelta, después
de haberse uno creído perdido. Y ahora aquí todas las personas
queridas: todas y cada una, no falta ninguna. Todos los cuadros, los
libros, los caminos, los sueños. Un mundo tan chiquito y tan
inmenso. Todo lo que es, es ésto. El año que se fue y este que
empezó. La reunión en familia anoche. Los vinos de Mendoza. Los
recuerdos que me visitan y que he tratado de apartar, pero vuelven.
Historias que siguen doliendo. Han brotado flores, manantiales,
estrellas, de esas heridas del ayer. Ahora creo que las he de llevar
conmigo, pues son marcas en mi piel. Las miro y trato de aprender:
qué fue lo que me enseñaron esos hechos dolorosos. La vida sigue
dando vueltas. Ya se fueron tantos días, tantas horas, tantas cosas
ya pasaron, y quedó esto que está aquí. A veces vuelvo a la casa
de Leonidas Aguirre, vuelvo al parque San Martín, vuelvo a tantas
veredas por donde anduve. Montañas, ríos, mar. Vuelvo y estoy allí.
No es sólo recuerdo, es presencia. Es el tiempo eterno. Es la
gracia.
Assinar:
Postagens (Atom)