“Yo no nací para sufrir, pero el sufrimiento puede servir
para mi crecimiento, si tengo la humildad necesaria para comprender.”
(Adalberto Barreto)
Puedo comprender que muchas veces trato a alguna persona con
aspereza, como si ella me estuviera agrediendo, no porque esta sea la intención
de esta persona, sino porque en el pasado me sentí herido, y hoy reacciono de
manera chocante, para saber si me quieren y me aceptan, o no.
Pude haber creído (y todavía creer) que yo no merecía ser
amado, que no había lugar en el mundo para mí, debido a agresiones sufridas,
que me avergonzaron y me hicieron sentir culpable.
Hoy puedo decirle a mi niño interior que nunca más pasará
por ningún tipo de agresión ni violencia. “Hoy estoy aquí para protegerte, niño
mío.”
Puedo confiar en las personas, sin suponer que me quieren
despreciar o dejar de lado o humillar. Puedo saber que el pasado dejó marcas.
No hay una única persona que no tenga que enfrentar las secuelas de sufrimientos
pasados.
Pero ahora sé que este es otro tiempo. “Las heridas
cicatrizadas, se transforman en competencia sanadora.” (Adalberto Barreto). Aunque las heridas no estén del todo cicatrizadas,
yo sé que me han capacitado para ser acogedor.
Nenhum comentário:
Postar um comentário