"Nadie vino a la tierra a estaciones de reposo," leí en un libro de Chico Xavier. Hoy
recuerdo esta frase, a la luz de la vida que me tocó vivir. Miro las vidas de
gente a mi alrededor. Tampoco les ha sido fácil. Lo que agradezco
especialmente, es haber encontrado la Terapia Comunitaria Integrativa. Aquí me
fui rehaciendo y lo sigo haciendo. Todo tiene más sentido. Me fui fortaleciendo
con los distintos golpes que tuve que enfrentar. Fui saliendo de la condición
de víctima. Sigo aprendiendo a darle sentido al
dolor. Nadie escapa de esto. Me refiero a todos los dolores, no solamente a los
grandes traumas. Me escucho más. Trato de darme más cariño. En la Terapia
Comunitaria Integrativa uno viene al centro. Me voy haciendo terapeuta de mí
mismo. Y más todavía: me voy haciendo más amigo de mí mismo. Acuno al niño que
soy. El niño que vive en mí. Todo esto hace que cada vez vaya siendo más
tranquilo para mí, el estar aquí.
Nenhum comentário:
Postar um comentário