domingo, 19 de maio de 2013

Como uma onda no mar

Una tarde así, te pondrías a escribir algunas cosas. Algunos recuerdos del día vivido. Del ayer encontrándose con el hoy como una pururuca. Esto ocurrió esta mañana. Es como si el día anterior fuera llegando al día de hoy, y en ese encuentro, propiamente, nace el nuevo día. En ese encuentro de aguas, que viste esta mañana, supiste que el día empieza allí, en ese justo momento de junção de aguas. Y después el día ir yendo, como ahora, un poco de ayer, un poco de hoy, como las olas del mar. Como uma onda do mar, como dice la canción. Tanto ayer y tanto hoy. Aguas negras y aguas blancas, transparentes, translúcidas, claras. Recuerdas la luz del día entrando en el cuarto, esa gracia, descubirte vivo, otra vez. Todavía aqui. Y ese lento llegar, la ida a la cocina, el desayuno, las plantas, las nubes por la ventana, el canto del pájaro inaugurando la mañana. Y otros recuerdos de otros días, otros ayeres, otros colores en el cielo, superpuestos al cielo que estaba allí. Y vos mirando y sorprendiéndote de esos juegos de la memoria, de la percepción. Ayer y hoy, como uma onda do mar. Como las olas del mar. Te fuiste dejando llevar, un día de Pentecostés, como hoy. El Espíritu Santo, Jesús, Dios, la energia vital, esa luz que está por dentro de todo y que te mueve, que mueve al mundo, que da vida a todo lo que existe. El encuentro con la família cercana, con la família más distante, ya en otros mundos, en otros lugares de la existencia. Esa maravilla que es el vivir.

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