domingo, 29 de novembro de 2009

Otro domingo

Cuando llegaba el domingo, se ponía a pensar. Dejaba que los recuerdos lo llevaran. Iba a otros tiempos, a la infancia. A la casa de Leonidas Aguirre. Las macetas, los malvones, Los soles de domingo. Los juegos de fútbol en la cancha de Independiente Rivadavia. Las idas a la montaña en bicicleta con el Daniel. La jura de la bandera en el Cerro de la Gloria, el 8 de octubre de 1977. Ahora es otro domingo, muchos años después, pero domingo al fin. El cine Caribbean. Cantinflas. Jerry Lewis. Las idas al cine en familia. Tantos domingos después, otro domingo. Un mismo día, pero otro día. Volvían las figuritas, las chapitas, las ruedas del tranvía bajando la calle Avellaneda. Los helados en familia. El autódromo. Las picadas. El Rambler. El lago del parque General San Martín. Tantos domingos atrás, y un mismo domingo, un solo domingo, el primer y último domingo. No te pongas agorero, che, te faltan muchos domingos. ¿Quién sabe? Espero que sí, muchos soles, muchos lagos, muchos chupetines, muchas figuritas, muchas historietas, muchas caminatas alrededor de la manzana. La vuelta a la manzana, ¿te acordás? Vamos a dar una vuelta a la manzana. A ver quién está, quién veo. Las chicas de la otra cuadra. Otro domingo y el mismo domingo, un único domingo. Mañana domingo se casa Peringo, con una mujer que barre la casa con un alfiler, decía mamá. Ravioles en las mesas, empanadas, pan y vino. Bien mendocino. Es eso. Hoy es domingo, por si no te habías dado cuenta. Es muy lindo. Chau.

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