terça-feira, 17 de maio de 2011

Poesía

Hay unos días en que estás como de visita, como si no estuvieras. Estás, no estando. Es una sensación que te sorprende, pues es un modo diferente de estar, como si estuvieras desapegado o despegado. Las palabras vienen como con dificultad. No te pasa nada malo, es como si la realidad se hubiera adelgazado, como si estuviera más fina la pared que separa el dentro del fuera, el yo de lo otro, de los otros, de lo que hay afuera. Son sensaciones interesantes, pues ellas son como que la puerta de la poesía. Justamente hoy leías sobe la poesía como pensamiento auroral. Sobre el poeta y la eternidad. Te despegas de las cosas. Estás como de visitante. Es como si te fuera posible, en este día de mayo que llega ya casi a su fin, como si te fuera posible, digo, en este momento en que escribes estas cosas, ser algo así como un habitante silencioso, alguien que no hace ruido.

Oyes los sonidos del mundo, un perro allá a lo lejos, el ruido de las teclas al escribir, algún otro sonido de auto o de vecinos. Pero ni la bocina ni una voz, son otra cosa que parte de tú mismo, este mismo que ahora mismo dice lo mismo que sin saberlo o sabiendo, tantos ya habrán dicho en otros momentos. Eso es lo lindo de la poesía. Aquí no hay propiedad privada, no existe la privatización, el exclusivismo. Es una tierra de todos, sin alambrados. Y las cosas no son por casualidad. Leías Saramago estos días atrás. Cortázar antes. Borges, Fernando Pessoa, se va adelgazando la pared que separa el adentro y el afuera. El capitalismo es un sistema muy odioso, condena a la gente a ser siempre lo mismo, excluido o explotador. No te deja opciones. La poesía abre caminos, rompe las barreras, llega a un mundo, es un mundo sin murallas, sin guardas, sin bombas ni generales.

Yo estoy convencido que como seres humanos, estamos destinados a ser como dioses, como decía Jesús. Y no te atajes que no es propaganda religiosa. Podemos vivir en ese mundo sin angustias, sin preocupaciones. Todos pueden ser habitantes de esas regiones crepusculares. Todos han nacido, todos han vencido batallas para llegar hasta aquí. Todos morirán un día, moriremos. Pero no te mueras antes de tiempo. Y de esto es talvez lo que se trate: de no morir antes de tiempo. Puedes ir adelgazando la muralla que te separaba del mundo, de los demás, de vos mismo. Como en The Wall, de Pink Floyd. Puedes ir tornándote más y más leve, hasta que una gota de agua y tú, el cielo de la tarde y tú, ya no sean tan diferentes, ya no sean diferentes en absoluto. Esto es posible. Puedes intentarlo. Basta poetizar, dejarte poetizar por la poesía. La vida es poesía. No es tan difícil Puedes intentarlo. Vas a encontrar compañías valiosísimas, seres queridos que siempre están contigo, seres del pasado que se hacen presentes en sus libros, en sus poemas, en su presencia, en sus oraciones. En este entretejido en que tú y yo, el otro y los otros, lo otro, lo que está allá y lo que está aquí, son una sola cosa. Poesía.

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