quarta-feira, 26 de outubro de 2011

Mendoza

¿Qué podrías llegar a escribir una tarde como ésta? ¿Qué podrías decir, si una parte tuya todavía anda por ahí, todavía viene llegando de Mendoza al pie de los Andes, si una parte de vos mismo todavía anda por esas verdeas con perfume de paraísos, si una parte tuya todavía se embeleza con el parque general San Martín y el rosedal, la fuente de los cinco continentes, la peatonal, la plaza Independencia con sus postes y sus árboles? Vendrás un día, pero ahora, en este mismo instante en que escribes estas cosas, solamente puedes testimoniar que en una tarde como ésta, exactamente esta tarde y a esta hora, la recuerdas a ella, su recuerdo viene a ti como una fuerza interior de amor, y apenas puedes decir a quien esto lea, que el amor es la única cosa que vale la pena. No crees haber dicho algo que tus lectores no sepan, pero tenías necesidad de decirlo y lo has dicho.

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