segunda-feira, 21 de fevereiro de 2022

Hacer juntos, juntas


Pronto surgirá el sol desde el lado del mar. Hasta entonces, y ahora, ese espacio primero en el que convergen sensaciones antiguas de pertenecimiento, libertad y paz. La palabra libertad está un poco desprestigiada hoy. Aquí me refiero simplemente a esto: estar uno sin obedecer a presiones de ningún tipo, ni internas ni externas. Simplemente disftutar de la sensación de tener un lugar em el mundo, y que este lugar no nos sea dado, sino propio. Conquistado. Adquirido a fuerza de lucha y trabajo. Esto es lo que me parece que actualmente le falta a mucha gente. Creen en lo fácil. Realización sin esfuerzo. Como si la vida ya estuviera hecha, y no dependiera de decisiones, elecciones, responsabilidad, voluntad. Recuerdo ahora cuando me levantaba tempranito para ir al Liceo Agrícola. Leía un librito de Vivekananda: Pláticas inspiradas. Un texto intitulado “¿Por donde empezar?”. Hoy veo el mundo de otras maneras, pero en aquél entonces, el levantarme temprano y leer este autor, mientras escuchaba en la radio el programa de Renato Lavagna Lo importante es levantarse, me daba una sensación tan preciosa como la que siento ahora. Que todo es posible. Que tengo un lugar en el mundo y depende de mí. Esto es lo que creo que no ha cambiado. Sigo teniendo que hacerme un lugar en el mundo, como tanta gente. La diferencia es que hoy hay alrededor una especie de niebla gris. Han disuelto, o tratan de disolver la realidad, substituyéndola por algo que nos confunde. Sin historia, sin memoria, sin reflexión, el mundo parece ir en automático. Pero no es así. El trabajo sigue siendo el eje del existir. Hay algunas cosas que he ido aprendiendo, y que trato de compartir, como una manera de saber que existen. Ayer, como hoy, tenía que ir a algún lugar a hacer algo. Estudiar, trabajar, expresarme. Encontrarme y enfrentarme con personas que son diferentes de mí, que ven el mundo de otras maneras y actúan según diferentes valores. Esto me pone en la situación de tener que ceder o negociar, imponer mi voluntad o actuar colaborativamente. Esto último, como ayer, es lo que prefiero. Actuar con. Hacer juntos, juntas. Recuerdo que en el centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo, hacíamos apuntes. Trabajábamos en común, y en ese momento no había divergencias, no importaba cuál era la tendencia de cada uno. Era un gran movimiento constructivo. El sol ya va saliendo y es hora de dejar que el día siga su curso. Escribo como va viniendo. Dejo que la memoria y el sentimiento me vayan trayendo. Aprendo a ver mi historia y mi presente de otras maneras. Menos rencor, menos victimización. Disfrutar más, confiar más, en mí mismo y en las demás pesonas, así como en el futuro. Como ayer. El naranja del cielo me alegra. Me dejo llevar por ese color. Como ayer. Una canción, un poema. No basta ser contra, es necesario saber qué queremos. Los colores del cielo van cambiando. Así también yo, que llegué a esta página siguiendo un impulso, un llamado. “Buscad el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás os será dado por añadidura,” solía decir mi madre, citando el evangelio. La simplicidad del mensaje de Jesús sigue siendo una referencia fuerte. No tiene que ver con iglesias, sino con experiencia. Una compañía y una presencia antigua y actual.

2 comentários:

Martim Assueros Gomes disse...

Estou grato ao escritor Rolando Lazarte por oportunizar aos seus leitores mais este espaço de convivência e conhecimento através de seus escritos.

http://rolandolazarterapeutacomunitario.blogspot.com/ disse...

Obrigado a você, Assueros, pela escuta e ressonância sensível destes escritos. Trato de dar testemundo desde a minha experiência de vida.