Sus pasillos se extendían indefinidamente en todas direcciones. Y por los pasillos y por los patios, por los jardines y veredas, alrededor de las fuentes y por los bosques, la mirada del hombre de mil voces se perdía ya viendo esto, ya aquello, ya las cosas todas, ya la infinitud que nos envuelve y vuelve, ¿ves?
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