segunda-feira, 13 de julho de 2009

Mi simple oración

Quería decirte, Divina Madre, Dios, Vida, Jesus, una oración que nadie te hubiera elevado antes, si es que ello fuera posible, pues mi simple oración es amarte en el amor que la humanidad te tiene desde que existes, desde que tenemos conciencia de Ti, del amor que has tenido, tienes y seguirás teniendo por tus Criaturas, oh, Tú, refulgente rayo del sol resplandeciente. Todas mis oraciones tienen algo de Ti, tienen algo de ese amor adorable y orante que la humanidad tiene por Ti desde que tenemos conciencia de Ti, desde que supimos que Tú eras aquello que existe desde siempre y para siempre, dentro de nosotros, en la cámara secreta del corazón y en el mundo afuera, en la Creación como un todo, en el insecto y en los astros que iluminan nuestros caminos, en el mar que arrulla a la noche y en el arcoiris que cruza los cielos. Bendita seas para siempre, Madre Divina, Dios, Vida, Jesus.

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