terça-feira, 2 de novembro de 2010

Meditación

Muchas veces me pregunto qué es la meditación. Sé que hay numerosas definiciones sobre esto, pero no es eso lo que quiero focalizar aquí, sino más bien la experiencia, qué es lo que la experiencia me ha mostrado que es vivir centrado, a la presencia de Dios, en mi propio eje interior, en la morada del Altísimo, el Templo del Corazón, la Casa del Amor, la casa de la Divina Madre, el aquí y ahora, el eterno presente, la realidad en sí.

No podría siquiera intentar pasar muy superficialmente por tantos asuntos o uno sólo, ya que en el fondo es una sola y la misma cosa: vivir centrado, a no ser compartiendo con mis lectores lo que la experiencia me ha enseñado y me sigue enseñando sobre un tema tan complejo y tan simple. Creo que en el fondo esto es lo que uno puede compartir: qué es lo que he aprendido, qué es lo que sigo aprendiendo, a partir de mi propia vivencia, y a partir de lo que he podido aprender de las personas con quienes he convivido y convivo.

Recuerdo una vez que comprendí que levantarme temprano era para mí lo decisivo, aquello que me ponía en sintonía con la vida, más que cualquier ejercicio espiritual de meditación, oración, etc. Esto sigue siendo verdad, pero de manera alguna pretende disminuír la importancia de, al comienzo del día, hacer alguna invocación al Dios interno, a la Divina Madre, a lo más alto. Lo que quiero enfatizar aquí es que, en mi experiencia, el levantarme temprano me sintoniza con la vida primera, original, en un estado virginal.

Esto lo consigo muchas veces deteniéndome al comenzar el día, ni bien despierto, y mientras me desperezo, haciendo crujir las articulaciones. Este parar al comienzo, para mí es fundamental. Paro y leo alguna invocación o meditación, o bien simplemente dejo que la mente, en medio de los pensamientos habituales que comienzan a llegar, se vaya focalizando por un instante en lo eterno, lo que no muere, el amor, la paz, la inmortalidad, Dios, etc. Esto crea una dirección, un aquietamiento, una referencia, un estar en el centro. Durante el día, después, como que vas volviendo a esa sensación primera.

Pero esto no es una técnica, no estoy tratando de enseñarle a nadie cómo es meditar, cómo se medita. Apenas comparto experiencias, y nada más.

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