sexta-feira, 5 de novembro de 2010

Vida, tiempo, amor

Entre ayer y hoy se me ocurrieron dos cosas que me parece interesante compartir: (1) ¿Qué es el tiempo, y qué sería perder el tiempo o, al contrario, usarlo de manera útil o productiva, y (2) No es propiamente un pensamiento o una reflexión, pero se refiere al hecho de que la vida, las cosas, lo que existe, nosotros mismos, todo, puede verse al menos desde dos perspectivas: la de quietud o inmovilidad, y la de movimiento o cambio.

Los he colocado aquí en sentido inverso a cómo vinieron. O sea, ayer se me ocurrió, antes de salir y mientras iba saliendo de casa a la tarde, que las flores, las plantas, las cosas, la gente, todo, podía verse desde la inmovilidad, desde el no cambiar, desde el ser las cosas quietas, paradas, inmóviles. Esto se me ocurrió mientras entraba por al calle con el auto, rumbo a la consulta con la dentista. De algún modo, me dio mucha tranquilidad ver que nada cambia, que todo es inmóvil, que puedo vivir desde la quietud. Más que un pensamiento, era un recuerdo. Recuerdo ya haber vivido así, ya haber estado así en el mundo, en la vida. De alguna manera, ya he vivido así en algún tiempo, no sé dónde, en la infancia talvez, ese reino de lo inmutable.

Hoy esa sensación ha vuelto, y he recordado La Arboleda perdida de mi infancia, de Rafael Alberti, y aquel poema de Alfredo Zitarrosa, y también Fernando Pessoa, sobre el tiempo. Y aquí los dos temas se unen, se juntan, se mezclan. Los dos temas tienen que ver, o son uno solo. El tiempo, el cambio, la inmovilidad. Perder el tiempo. ¿Qué sería el tiempo para que yo lo perdiera o no? pregunta Fernando Pessoa. Hoy pensaba en estas cosas mientras iba al mercadito a comprar frutas y verduras. Iba hacia el mercadito y pensaba: ¿Qué sería perder el tiempo? ¿Qué es el tiempo, cuándo se lo gana y cuándo se lo pierde, si es que el tiempo puede o no ser perdido o ganado. Me da la impresión de que el tiempo es como la vida, es la vida, es todo lo que tenemos o somos, como seres humanos. ¿Qué es el ser humano a no ser tiempo?

Alguien dirá, y yo también pensaba, mientras iba al mercadito, si mirar una mujer o pensar en un poema u orar o amar, serían o no pérdidas de tiempo. Algo me decía que no. Amar no es perder el tiempo. Amar es vivir. Si amo, pensaba, me eternizo. El amor es lo que no muere.

Si no piensas en la vida, en el amor, en el tiempo, en la inmovilidad, en lo que no muere, ¿en qué pensarías?

Comparto con vos estas reflexiones no por pensar que sean originales, o de alguna manera novedosas. Pienso que siempre nos estamos interrogando sobre la vida, sobre lo que es el vivir, y hay momentos en que el tiempo se acelera y otras en que parece detenerse. No me parece que yo sepa mucho sobre estas cosas, ni tampoco que no sepa nada, pero me gusta compartir lo que me va viniendo a la mente, pues es una forma de ir uno sabiendo que está atento, que no vive mecánicamente.

Nenhum comentário: