domingo, 14 de agosto de 2011

Cromatopoiesis

Ayer a la tarde senti necesidad de encontrar el amarillo y pintar de amarillo. Después de haber encontrado el amarillo y haber pintado de amarillo, vino el rojo. Pero esto fue ya a la noche. El rojo vino después del amarillo. Hoy pinté una parte de la tela de ayer, que estaba en amarillo, de rojo, a los costados. Quedó como un sol amarillo en un fondo rojo. La llegada del rojo después del amarillo, me llevó a algunas cavilaciones, ayer a la noche. Rojo es el color del chakra fundamental, el chakra básico, la lucha por la vida. Naranja, vino a mi mente entonces. Naranja es el color que surge de mezclarse el rojo con el amarillo. Em fin, subiendo por los chakras, llegando al corazón, verde-rosa, subiendo hasta la garganta, azul eléctico, el entrecejo o tercer ojo, índigo, y al tope de la cabeza, el violeta o lila, el color de la espiritualidad, del contacto con Dios. Así se cierra el ser humano como un arco-iris, como una escala cromática. Viendo estos colores pensaba cómo es tenue el ser humano. Es un color. Una luz. Esto es asi en las visiones tolteca (México), reikiana (Japón, China) y de la India. Luces, somos luces, colores. Esto parece desafiar las concepciones intelectualistas a las que estamos acostumbrados, las definiciones de un cierto cientificismo. Pero puede ser interesante que uno trate de verse como color, como luz, y de ver a los demás como luz, color.

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