segunda-feira, 8 de abril de 2013

Vuelve la vida

A veces uno quisiera escribir algo sobre una cosa muy importante o muy linda, muy significativa, en fin, que le ha ocurrido o le está ocurriendo. Como ser sobre los días que pasamos juntos en Montecarlo, Misiones, en la formación del primer grupo de terapeutas comunitarios de Argentina. Uno quisiera contar como fue la llegada, las primeras caras, los primeiros apretones de manos. De donde sos, y vos. Parecía que nos conocíamos desde siempre. Las cabañas, las comidas. Los caminos de piedras. La niebla a la mañana. Las reuniones en la salita cerca de la pileta. Las ruedas. Qué me estoy llevando, qué me quiero llevar, ustedes me ayudan, sí te ayudamos. Búscalo en tu corazón, el camino que te lleva a la libertad. Búscalo, en tu corazón, el camino que te lleva al amor. No te entregues, corazón libre, no te entregues. Sólo tienes que empezar. Fluías como un río. Parecía que entre todos y todas, éramos como un solo ser. Un ser que se desdoblaba en las historias de cada uno y de cada una. En las caras de todos y de todas. De pronto algo muy bueno envolviéndonos. Los pinos de Misiones. Las cataratas. Los piqueteros. Guli guli. Los mensajecitos. Y ahora de pronto, esta mañana, como tantas veces durante estos días en Montecarlo, te emocionaste. La vida había vuelto. La vida volvió. Siempre vuelve la vida. Pero esto no son palabras vacías. Es lo más certo que consigo decir sobre estos días que estuvimos juntos en Montecarlo. Volvió la vida.

Um comentário:

graciela disse...

Sin dudas volvio la vida, cuando emprendi el viaje desde mi ciudad Perez, santa fe, llevaba expectativa, ansiedades diferentes ante lo desconocia, pensaba un grupo nuevo, nuevos rostros, nuevas voces, nuevos pensamientos, todo estaba por escribirse en viaje de ida, alla me esperaba una provincia desconocida, que ganas de llegar, y al llegar me impacto el paisaje, verde, rojo y ese cielo que a pesar de las nubes se tornaba celeste, y el encuentro que parecia que nos conociamos desde siempre, pasaron las horas y las vivencia personales son unieron mas, y mas, cuantas emociones, cuanto movilizaron mi corazon y el de cada uno que integraba ese grupo tan maravilloso, y asi entre risas, llanto, historias lejanas se contruyo este primer grupo de terapeutas comunitario argentinos, gracias a quienes hicieron posible que nos encotraramos, gracias Adalberto, Maria, Rolando, Coco, gracias!!!!