quarta-feira, 28 de dezembro de 2016

El tejido fino de la vida

Me duelen las manos de tanto escribir. Recuerdo un labrador de Gurugi que decía que aún doliéndole la pierna, iba a trabajar. Lo que siento cuando estoy aquí, en mi lugar, nada más me lo puede dar. Esperar el día aún de noche, como acechando. Lluvia. Leer un libro de Julio Cortázar que un amigo me regaló hace años: "Valise de Cronópio," una recolección de textos. Fue como ir volviendo en el tiempo. Hablar con ese amigo por teléfono. Ir a otros libros, a partir del libro de Cortázar. Edgar Allan Poe: "Poemas e ensaios." Seguir con Georges Simenon: "O porto das brumas." Ver una película con Robin Williams: “Boulevard.” El sinsentido también tiene sentido. Tratar durante el día, de ir encontrando un rumbo. Amarillo. Pintar unos cuadraditos de este color. Celeste, verde, morado, naranja. La lluvia me trajo de vuelta a la tarde, pero a la mañana conseguí dar una vuelta. Ver el mar, siempre el mar. Verde turquesa bajo el cielo. Y toda esa vida en la peatonal. Recordar un libro de José Comblin ("Vocação para a liberdade"), muchos libros. Un libro son todos los libros. La libertad, ser uno mismo. Cortázar, Comblin, Poe. Amor, familia, amigos. Lo poco es mucho. Lo ínfimo es lo esencial. La trama fina de la vida. Gracias. Buenas noches.

Nenhum comentário: