Camino

Me cansó la basura. De pronto la basura me harta, te lo puedo asegurar. Entra por todos lados. Pero nada me obliga a aceptarla. Basura es basura. Es lo que no sirve. Lo que huele mal. Lo que es inútil. Esto está tan por todas partes, que no es fácil ya separarla. Sin embargo yo vengo de otros tiempos. Tengo la mirada atenta. No me da lo mismo una cosa que otra. Un abrazo o un mensajito. La vida pasa de pronto. Ya pasó un montón de tiempo. Tanto que a veces me da vértigo. Y lo que mantengo en claro es que la basura es basura. El sol y el canto y el amor son lo que son y no otra cosa. No traten de confundirme. Yo sé lo que quiero y lo que no quiero. No voy por ahí. Para nada. Mirar el pasado me enseñó y me sigue enseñando muchas cosas. No anduve en rebaño. Sumé aquí y allí y sigo sumando con lo que vale la pena. Pero no me vendo. Ando más bien solo que mal acompañado. Así hice mi camino y lo sigo haciendo. Siempre atento a lo que me llega del mundo alrededor. Dialogar, escuchar. Aprender siempre. Sin perder el rumbo. Los cambios tecnológicos y comunicacionales generan un frenesí del que no es fácil substraerse. Tener la edad que tengo y haber visto y vivido lo que vi y viví, me dan una perspectiva singular y propia. Todo cuenta. Todo es valioso. Pero sólo es mío lo que realmente me pertenece.