terça-feira, 4 de fevereiro de 2014

Escribir

Escribo para tener un lugar donde vivir, dijo alguna vez Anais Nin. Julio Cortázar, en ¨Del sentimiento de no estar del todo¨, en La vuelta al día en 80 mundos, dice que nunca admitió una clara diferencia entre vivir y escribir. Creo que cada persona que pueda estar leyendo esto, tendrá sus propias impresiones que agregar. Por mi parte, tiendo a ver cada vez más una confluencia de lo literario y poético, con un estar aquí pleno Con un ser cada vez más la persona que soy, el ser que soy, y no lo que pueda haber creído que era o debería ser. Libertatura, se llama un libro mío inédito (y que talvez jamás publique),en el cual reuní varios de mis escritos en los que vengo aproximándome a lo que es el vivir literariamente, el vivir poéticamente, el ser poesía-literatura, el descubrirse y saberse un personaje de ficción, alguien que crea y recrea constantemente sus contornos y sus rumbos en este mundo que así, va siendo cada vez más, nuestro mundo, el mundo de cada uno, de cada una. Obviamente, todo lo que escribo, todo lo que vivo, es una resultante más o menos feliz y completa o incompleta, en proceso de constante construcción y reconstrucción. Proceso este en el que reconozco, desde el comienzo, las lecturas de los cuentos con las que mi madre nos encantaba cuando niños. Los poemas que mi padre recitaba tiempos después, que fueron disolviendo, en buena medida, los contornos de ese mundo real y objetivo en el que nunca conseguí encajarme del todo y en el que, a esta altura de la vida, ya creo que no me podré encajar jamás. Simplemente porque no existe ese tal mundo asi y asá, hay más bien mundos que vamos creando individual y colectivamente, que se acercan y se apartan, se entrecruzan y se oponen, pero que nunca o casi nunca coinciden totalmente con algo con lo cual todos podamos concordar. Obviamente, no me habría descubierto escritor, sin algunas personas cercanas o lejanas de las cuales fui recibiendo ecos que me informaban que este proceso estaba en marcha, que de hecho, estaba construyéndose ese espejamiento en el cual me fui reconociendo, y del cual ya no podría prescindir. Me refiero a la lectura y escritura, este ir tejiedo y destejiendo reflejos en los cuales nos vamos viendo como somos, vamos descubirnedo rendijas por las cuales nos vamos asomando al mundo, o desde las cuales el mundo nos da señales. Vamos descubriendo que podemos ser, en definitiva, la persona que somos, y no la que pensamos que deberíamos ser.

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