Un color puede ser
un modo instantáneo para equilibrar las emociones. Hoy el celeste
cumplió este papel. Hace días que no prosigo en el montaje de mi
libro Libertatura en castellano. Por distintos motivos, no he
encontrado un momento para continuar digitando los capítulos. Esto
de algún modo me dejó un poco frustrado, ya que este libro me trae
momentos muy ricos de mi experiencia. Esto y otras cosas, alguna
dificultad para ordenar prioridades en lo cotidiano, me llevaron esta
mañana a tratar de encontrar estrategias para fluir mejor. No
imponerme tantas cosas. No obligarme tanto. En realidad: dejar de
obligarme. No necesito ir a la playa a una hora determinada. Puedo ir
en algún horario que me sea posible. Empecé a relajar. El celeste
hoy me trajo esta tranquilidad. Paz. Descontracción. Descompresión.
El celeste es el cielo. Es mi madre. Son mis abuelas. Es la mujer que
amo. Son las mujeres de mi vida. Flores. Relajación. Paz.
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