domingo, 18 de setembro de 2016

John Keats. Julio Cortázar. Jorge Luis Borges.

Hora de poner una letra a la hoja. Así empieza el día. 

John Keats tiene una gran importancia tanto para Julio Cortázar como para Jorge Luis Borges. Para el primero, la “Oda a una urna griega” es la comprobación de que el artista es capaz de transformarse en su propia obra y, así inmortalizarse. 

Para el segundo, la “Oda a un ruiseñor,” escuchada cuando era muy joven, recitada por su padre, fue lo que le dio la certeza de estar destinado a la poesía. Y ahora yo, esta mañana de setiembre, me pongo a recordar estas coass. 

Recordarlas en medio de lo que a uno le puede ir viniendo a la cabeza a estas horas de la madrugada. Antes de que la convicción de que sería mejor volver a dormir, porque las ocho horas de sueño. Pero si sueño es esto también, este estar aquí pasando el tiempo escribiendo, al final todo es como debería ser. 

Estoy soñando escribiendo. Sueño que escribo y leo este soñado escrito que talvez alguien lea también desde su propio sueño, si es que no es simplemente un sueño común, un único sueño para todos los humanos. Sea como sea, sigo dejando que las letras vayan ocupando sus lugares. John Keats. Julio Cortázar. Jorge Luis Borges.  

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