quarta-feira, 19 de novembro de 2008

19 de noviembre de 2008 Favela das Laranjeiras, em Mangabeira.

La hermana Ana llegaba al salón del barrio.

Doña Isabel me dijo que cuidara de mi columna. La suya, con 75 años, parecía un resorte. El agua era un manantial bendito, esa tarde. Un ventilador de pared refrescaba la sala. Las mujeres se reunían cerca de él. Una señora vendía fundas para almohadas y almohadones. Compré dos, violetas. La foto de Dom Fragoso, con anteojos de carey, nos miraba. Sejam todos bem-vindos, decía la escritura a tiza, en el pizarrón.

Elenilda, sonriente, decía haber mordido a Jacquie. Ana sueña con ir a Macchu Picchu. Alemania. Sonhar faz bem. ¿Dónde estaría Dom Fragoso?

Cansada, veía la hermana leve, como viento. Habló del Advento, las cuatro semanas que anteceden la conmemoración de la fecha del nacimiento del niño Jesús, anunciada por Isaías profeta, Juan Batista profeta, y María madre de Dios, profeta.

Le pedimos algo en silencio. Algunos hablamos: limpa meu sentir, disse eu, ter ouvido de São João Batista. Pidieron por enfermos de un hospital. Rostros sonrientes, morenos, marcados. Livianos, ajenos, dóciles, dulces.

Tomamos café con galletas. Tenía hambre. Se programó una ida al Zoológico (Parque da Bica) . Enderezar la senda: hacer rectos los caminos del señor. Sacar los malos sentimientos. Dejar el amor. El pesebre interno.

Un dios encarnado. Jesús. La luz del mundo. Hacerle un lugar. Él quiere volver a nacer cada año, cada día, en cada uno de nosotros, en quien está al lado, en el hermano, el hijo, el vecino, alguien a quien no saludamos hace años.

I´m so tired. Trato de descansar. Sola, la casa se prepara para recibir las tres Marías, con quienes, en 2001, iniciábamos esta larga jornada en busca de nosotros mismos, ayudarnos a ser, en medio de los trabajadores de salud del municipio de Cabedelo.
Cada uno tomó su rumbo después. La oveja descarriada señala el camino. Recordó a Dom Fragoso. Cristo te quiere así. Es ardua la caminata, María, cantamos. Ayúdanos a seguir. Levantamos las manos al cielo, al pecho, al lado, al hermano, la hermana.

Cae la tarde. Los grillos cantan su singular oración a la noche que se avecina. Los rumores ceden lugar al manto de oscuridad que mostrará las estrellas, la luna, el resplandor del manto de Dios cubriéndonos. Buenas noches.

19 de noviembre de 2008.

Nenhum comentário: