quinta-feira, 10 de dezembro de 2009

La continuidad de la vida

Los días se sucedían como las cuentas de un collar. Esa mañana, sintió esto que te escribo. Una continuidad. Trascendencia. Inmortalidad.

Esa mañana se levantó con esa sensación, un día unido al otro, sucediéndolo, continuando la infinita secuencia de la vida. La noche estaba oscura y bebió agua. El aire estaba fresco y el día se avecinaba, distante. El viaje estaba próximo. Y tú, que me lees, veías estas cosas y pensabas, piensas. Era el día comenzando.

Como un eco del ayer se perpetuaba en el ahora. Llega un perfume de flores en el aire. Sientes lo que sintieras años atrás en la Porciúncula, en las veces en los caminos que un perfume de flores te acompañó. Un auto pasa por al calle, otro le sigue. La continuidad de los días. Buen día.

No sabes si estas cosas vienen de adónde. De dónde vienen estas cosas. ¿Por qué preguntas? Es la continuidad de la vida.

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