terça-feira, 15 de dezembro de 2009

Pensé que caminaría por la beira mar

Eso cambió mi ánimo. No fui, pero es como si hubiera ido. En la televisión el personaje decía estar malhumorado, y yo de buen humor. A veces algo tan ínfimo nos mejora el ánimo. La alegría vuelve casi como si no se hubiera ido. Casi. Se había ido, pero volvió como si siempre hubiera estado allí. Ya no importaba si me cambiaría de casa o no, los ruidos de al lado, o nada. Apenas estaba bien. Anduve por el sindicato, el correo, el mestrado, la fotocopiadora. La casa de mi amada. Las calles de la ciudad. Ahora la tarde va cayendo sin ruido, como es su modo. Un auto pasa, nunca deja de pasar alguno. Otro. El vecino en su labor, yo en la mía. Escribiendo estas cosas que lees ahora.

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