
O sonho de todo escritor, mesmo menino, ou, sobre tudo, menino, é o de escrever. Escrever num jornal. Ter seu próprio jornal. Engatinhando ainda nas ferramentas e no layout dste blog, aqui está a minha tentativa.
terça-feira, 26 de fevereiro de 2013
Viajando

domingo, 24 de fevereiro de 2013
Tempo

sexta-feira, 22 de fevereiro de 2013
Alegría

segunda-feira, 18 de fevereiro de 2013
Anidándose
Cuando voy a Mendoza, mejor dicho, cuando me voy preparando para ir a Mendoza, comienzo a sentir días antes, como ahora, eso tan especial que uno solamente siente en su propia tierra, en su tierra natal. Uno se anida, siente esa profunda sensación de acogimiento, y empiezan a venir los buenos recuerdos. El parque, la alameda, Potrerillos, el Cerro de la Gloria. La familia. Los amigos y amigas. Los sueños de otros tiempos, que renacieron en la tierra donde vivo ahora, João Pessoa, Paraíba, Brasil. Vienen como en una ráfaga, tantas vistas. La montaña, el lago, los ríos que bajan cantando. Y uno canta también, dentro de su pecho, calladamente. Entonces tus veredas, Mendoza querida, y este mar que me acuna agora, son un solo nido, un solo espacio donde me contengo. Entonces sé, sin ninguna duda, que hay un lugar, hay un lugar en el mundo para cada uno, para cada persona. Y este lugar lo hace cada uno, cada una. Pero no hay lugar en el mundo como este al que llego, en el que estoy, cuando voy a Mendoza, cuando me preparo para ir a Mendoza.
Companhia

quarta-feira, 13 de fevereiro de 2013
Costurando
Poucas coisas me devolvem tanto um sentimento tão bom, de unidade, de novidade, continuidade, permanência, como a tarefa de ir catando folhas velhas e costurando elas em direção a um novo livro. Folhas velhas e nem tão velhas, pois que muitas delas já viram a luz ao público, ou todas elas. Mas a reunião será nova. E se não irá ser um livro novo para quem for ler, o será para mim, que preciso me ver de novo em um livro que, novo ou velho, irá ter muito desta unidade da vida que apenas pode ser vista nas folhas impressas de um livro.
domingo, 10 de fevereiro de 2013
Domingo
Neste domingo, estou tendo uma experiência que gostaria de partilhar. Algo muito simples, até banal, poderia parecer. Mas não o é. A vida do dia a dia nos presenteia com algumas preciosidades que, na sua singeleza, preenchem a nossa alma. Saí para caminhar, como tantas outras vezes, pelas calçadas do meu bairro. Os bougainvilles da casa de em frente, os flamboyants. As cores lilás e amarelas, vermelhas. Tudo parece repetido, mas não o é. Saí andando e passei pela porta do prédio, o prédio em construção. Um senhor vinha no sentido contrário. Pensei em dar bom dia, mas não olhou para cá, e segui viagem.
Passei pela calçada da padaria. Gente tomando café da manhã. A verduraria, com as suas vitrines imensas. Cheiro de frutas e verduras. Passei em frente ao cursinho, se é que é um cursinho, com a calçada esburacada. O muro cinza. A avenida Epitácio Pessoa. Os carros virando para cá, os taxis no ponto. O banco do Brasil. As pessoas indo em direção à praia. Peguei por uma paralela ajardinada. Andei até o calçadão e voltei para casa. Uma alegria nova me aguardava. As aquarelas. Os papéis, os pincéis, os lápis, as cores. Sentei para repetir o exercício do dia anterior. Ficar na frente dos papéis. Em volta das cores. A caixa com o carvão para desenho. A borracha. Isto era muito bom. É muito bom. Eu fui introduzido neste mundo pelos meus pais.
Agora estava ali, esboçando uns traços. As flores caindo sobre a calçada. A silhueta da minha esposa em baixo das folhas verdes. Os laranjas, vermelhos, lilases, subindo para o céu. Hoje é domingo. Um domingo começado no dia anterior. Na leitura das palavras de um livro que nos lembra: Deus sempre conosco. Emmanuel. Nem sempre é muito fácil sermos fiéis a nos mesmos. Mas é necessário. Sinto uma profunda veneração pela vida. Admiração. Surpresa. Reverência. Não sei qual seja a palavra certa. O certo é que tudo isto é verdadeiramente muito surpreendente.
sábado, 9 de fevereiro de 2013
Pintando
Esta mañana me pasé un rato entre los colores y los papeles, pinceles, lápices. Hice un esbozo de unas hortensias, y el busto de una mujer. Pero de lo que disfruté, verdaderamente, fue de la compañía de los papeles, las acuarelas, los frascos con agua coloreada de rojo, azul, amarillo. Son una buena compañía. Vienen memorias infantiles, de otros tiempos. No siempre es necesario estar atentos al producto, al resultado, un cuadro, una pintura. El producto, el resultado, puede ser el mero disfrute, algo intangible, pero muy concreto, muy bueno.
quarta-feira, 6 de fevereiro de 2013
Escribiendo
No sempre puedes escribir como lo estás haciendo ahora. A la tarde, por ejemplo, estabas haciendo gimnasia, y evocaste el escribir, el acto de poner palabras en el papel. Solo ésto, ya te llevó a ese estado sin igual en el que te encuentras cuando estás haciendo lo que haces ahora: escribir.
terça-feira, 5 de fevereiro de 2013
El poder de las primeras horas del día
Empieza el día y uno trata de guardar las impresiones del día que esta empezando. Un pájaro ya cantó. La oscuridad todavía guarda las horas que están por venir. Pero en este anidamiento, algo ya empieza a mostrarse. Uno está como que contenido en este tiempo primordial. El silencio del mundo te guarda. Estás en un silencio interior muy profundo. En estas horas, recuperas tu identidad originaria. Ya no piensas cuántos anos tienes, ni demasiado en tu profesión o en lo que haces. Nada de malo con nada de esto, pero es que tu ser sobrevuela el mundo de otra forma, libremente. Otra vez eres alquél niño o aquél joven lleno de sueños vivos, sueños compartidos y tuyos propios. Sueños de muchos y de uno solo. Otra vez la vida vuelve a tí, renovada. Oyes otra vez un pío de pájaro. En estas horas virginales, todo es posible. Una cosa muy buena se percibe en tí y en el ambiente. No hay disociación entre tú y el ambiente. Todo es una sola cosa. Eres este que escribe, y eres lo escrito. No hay distinción entre lo que eres y lo que haces. Eres lo que haces. Eres esto que escribe, este que escribe y eres lo escrito.
sexta-feira, 1 de fevereiro de 2013
Continuidad
Un día más había comenzado. Cuántos días habían pasado ya desde el comienzo de tu vida! Y sin embargo, no deja de sorprenderte esta repetición nunca repetida. Los días pasados se van juntando unos con los otros, formando un rompecabezas perfecto. Aún aquello que creíste que nunca debiera haber ocurrido, también forma parte de tu historia. Una historia de mucha gente. Una historia de tu pueblo, de tu gente, de tu familia, de la humanidad. Los días pasados y este día se juntan, se unen, se funden, se confunden, foman una sola cosa. Y este nuevo día que está comenzando, que ya ha comenzado, parece ser la cumbre de la montaña, el punto más alto de la pirámide. Desde aquí miras todo el panorama, todas tus jornadas, las personas que fiste viendo o conociendo desde el comienzo de tu vida. No puedes dejar de sentir una emoción muy profunda. Cada una de esas caras, de esas voces, de esos seres que forman parte de este rompecabezas infinito que eres tú, a su vez son también rompecabezas infinitos como tú, formados de millares de millones de actos juntados también desde el comienzo de los días de cada uno de estos seres. Recuerdas los pájaros, los cactus, las jarillas, los chañares, las montañas. El Cerro de la Gloria. Puente del Inca. São Paulo, Mendoza, João Pessoa. Tantos lugares. Todo se va juntando, se va componiendo. Y en este nuevo día que ya ha empezando a querer clarear, vas sintiendo todos los amaneceres anteriores, como si fueran un único y contínuo amanecer. Un amanecer infinito.
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