terça-feira, 5 de fevereiro de 2013

El poder de las primeras horas del día

Empieza el día y uno trata de guardar las impresiones del día que esta empezando. Un pájaro ya cantó. La oscuridad todavía guarda las horas que están por venir. Pero en este anidamiento, algo ya empieza a mostrarse. Uno está como que contenido en este tiempo primordial. El silencio del mundo te guarda. Estás en un silencio interior muy profundo. En estas horas, recuperas tu identidad originaria. Ya no piensas cuántos anos tienes, ni demasiado en tu profesión o en lo que haces. Nada de malo con nada de esto, pero es que tu ser sobrevuela el mundo de otra forma, libremente. Otra vez eres alquél niño o aquél joven lleno de sueños vivos, sueños compartidos y tuyos propios. Sueños de muchos y de uno solo. Otra vez la vida vuelve a tí, renovada. Oyes otra vez un pío de pájaro. En estas horas virginales, todo es posible. Una cosa muy buena se percibe en tí y en el ambiente. No hay disociación entre tú y el ambiente. Todo es una sola cosa. Eres este que escribe, y eres lo escrito. No hay distinción entre lo que eres y lo que haces. Eres lo que haces. Eres esto que escribe, este que escribe y eres lo escrito.

Nenhum comentário: