sexta-feira, 17 de fevereiro de 2012

El día

Esta mañana me dí cuenta de que además del día que está, está también el día que se fue, o los días que se fueron, que forman como una especie de rebarba, un rescoldo, o algo así. Me pareció que uno podría llegar a engancharse en el día que está, dejando el día que se fue o el día que uno piensa que está ahí o debería estar, si aflojara las expectativas, si dejara fluir lo que viniera. El día fue pasando, el auto, la calle, la gente, el desayuno, el banco, el sindicato, y en ese ir del día que está, el día que fue o que suponía que debería estar, iban como que se entrechocando, como confluyendo, colaborando o chocándose entre sí, pero de maneras no muy chocantes, si me permitís el juego de palabras. Jugar, tal vez sea la clave, o una de las claves, pues lo que me va pareciendo, a esta altura del día, que el día que es, el día que fue y el día que podría llegar a ser, están todos aquí y no hay como desenredar la madeja a no ser en el aquí y ahora, en el estar siendo. ¿Me explico? Es muy lindo.

Nenhum comentário: