sábado, 25 de fevereiro de 2012

Mar montaña

Aquí hace un calor bárbaro, es como si el mundo todo se hubiera transformado en una gran siesta mendocina. Pero uno está en João Pessoa, al borde del mar, y no al borde de la cordillera. Sin embargo, esta mañana cuando pasaba con el auto cerca de un barranco y ví el mar, extenso, la montaña, extensa, vino a mi memoria.

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