domingo, 5 de abril de 2015

Cambio

A veces no puedo dormir. Pienso que son varias cosas. Asuntos pendientes, cosas que quedaron por hacer, o con las cuales me preocupo. Dificultades cotidianas. Pequeños conflictos de convivenica y/o adaptación. Estímulos en exceso. Posibilidades. Expectativas. Procesos en marcha. El pasado que vuelve, de distintas maneras. Todo esto genera una actividad interna que de algún modo pone al sueño en segundo plano. Tengo la impresión de que cuando tenga alguna actividad manual como la jardinería, la pintura o el arreglo de desperfectos domésticos, esto va a mejorar. A lo mejor es al contrario, y es que en ese entonces se agregarán nuevas pendencias y preocupaciones.

Uno nunca sabe. Lo cierto es que no es fácil ser humano. Lidiar con las varias dimensiones que nos componen. Algo que me alegra, en medio de todo esto, es que toda esta agitación o movimiento, son señales de vida. Señales de cambio: algo se está ordenando. La vida refluye sobre sí misma y se abren puertas para lo nuevo, en medio de un proceso en el que cada cosa va ocupando su lugar.

Algo que puedo discernir con claridad, es que todo este remolino que ahora me impide dormir, es parte de un proceso por el cual voy saliendo de una cierta inercia o repetición. Se va rompiendo un modo dominado por lo viejo que se imponía con casi exclusividad, lo que siempre fue, lo que siempre hice, pensé, sentí, etc, y lo nuevo que nace de esto antiguo. 

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