Poner una letra en la hoja me remonta a las primeras letras
que puse en una hoja. ¿Será esta una de las razones por las cuales es tan
fascinante este quehacer, este ejercicio? Algo tan simple, un gesto tan aparentemente
trivial, tiene un efecto tan poderoso. Quien sabe sea por eso que el escribir
tiene ese hechizo tan perenne, esa fascinación de crear mundos, inventar
realidades, hacerse uno el hacedor de lo que vive. Poner una letra en la hoja
se me antoja, ahora, como una especie de rito virginal, un movimiento original
que da nacimiento a un paisaje, un espejo, un rostro, una casa, una calle, un campo,
un país, una mujer, un niño, un anciano. Todo nace de una mano que escribe, una
mano que dibuja, una mano que pinta, desparramando colores por la hoja. Tal vez
sean estas las razones que hacen que me permita un cierto derroche en la compra
de libros y papeles para pintar, cuadernos y colores. Muchas veces esos libros
y colores, cuadernos y hojas, pasan años sin ser usados. Pero están allí, me
hacen compañía. Y en algún momento su recuerdo y su presencia vienen a mí, no
importa donde yo esté: si por la calle caminando o en una sala de espera,
o en la avenida San Martín o en la calle San Juan o en un avión o en un ómnibus
rumbo a Paraná , Posadas o Rosario o San Luis o San Rafael. Los colores y los
libros, los cuadernos y las hojas, son mundos en potencial. Puedo abrirlos o sumergirme
en ellos, o dejarme llevar por sus hojas, y entonces todo es posible. Todo se
unifica, el tiempo y el espacio. Hay un solo tiempo y un solo espacio. Un espacio-tiempo
unificado, que es el tiempo primero y eterno, el tiempo de la niñez que no termina,
no puede terminar, pues es el propio juego de la vida, incesante y contínuo,
interminable. Por eso escribo y leo y pinto aún cuando no lea ni escriba ni
pinte. Ya todo está, como dice Borges en su poema Para uma versión del I King,
el libro de las mutaciones, y en la proximidad de los libros y papeles y
cuadernos y colores, ese estar del todo, es aún más total. Más presente, más
eterno y contínuo.
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