quinta-feira, 10 de dezembro de 2015

Esta mañana, unas flores de aromo

Esta mañana, unas flores de aromo. Me acompañaron toda esta mañana. Las ví después de una ardua batalla en la que me vi envuelto, como habitualmente, al despertar. Pensamientos imperativos. Obligaciones auto-impuestas. Tenés que. Tenés que. No, no tengo que. Nada era urgente. Nada es urgente. Entonces, vi las flores de aromo, como las veo ahora, y las vi en distintos momentos esta mañana y ya en este comienzo de tarde. Es la señal de la descontracción. Relajamiento. Paz. La presencia de Dios. Mi madre. Mis abuelas. Mis muertos queridos, que no están muertos, están vivos y presentes. Estas flores me han venido de vuelta en varios momentos, como digo, hoy. A veces es una imagen no muy clara, pero que se va aclarando. No es necesario empujarme a nada. Veo estas flores de aromo y esto me calma. Es la forma como Dios se me muestra. Es la forma como veo a Dios. Colores. Flores.  

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